Seis años consecutivos cubriendo el festival y seguiremos para bingo gracias a la mejor edición del FIB que puedo recordar. Veníamos de unos años bajos en cartel seguidos de una tendencia alcista que durante los tres últimos años han ido elevando poco a poco al festival hasta llegar al FIB 2017, donde volvió la magia fiber.
Puedo confirmar sin ninguna duda las declaraciones de Melvin Benn (Director de Maraworld): “El FIB 2017 confirma que el Festival está al frente de los festivales en España y Europa. Ofreciendo cabezas de cartel de renombre mundial para un festival de renombre mundial y muchos conciertos impresionantes en todos sus escenarios. Esta es una nueva era dorada para el Festival y queremos que dure mucho”.
Los datos de asistencia, los servicios ofrecidos por el festival, la puntualidad y el cartel nos dicen que así será. Nos encontramos ante una de las mejores ediciones del FIB en mucho tiempo y si unimos esto con que el público ha tenido una buena respuesta es la receta perfecta para que la apuesta en 2018 sea más potente aun si cabe. Cinco escenarios cargados de grupazos que por primera vez en los últimos 6 años hicieron que el recinto de llenase desde primera hora en más de una jornada.
Hay que destacar el maravilloso trabajo de limpieza llevado a cabo por el festival tanto en el recinto como en el camping y tanto a nivel general como en los WC. Lo tenemos claro, si hay algún elemento de los festivales que merece un apartado propio este son los servicios y la higiene de los mismos, y en este caso, un 8,5/10.
Para quien no conozca el recinto, solo podemos decir que se trata de los mejores del país, con una enorme oferta de restauración y comida de todos los rincones del mundo. Y por último tenemos la VIP, si una de verdad. En este asunto siempre tengo la misma duda ¿Mejor VIP carísima o barata? Está claro que la VIP deja de serlo en el momento en el que se puede comprar el acceso, pero cuando la diferencia de precio son 20€ deja de serlo mucho más. El FIB juega esa baza, una VIP donde siempre sueles tener algún asiento cómodo libre, zona de sombra, tranquilidad y donde los críos de pocos años pueden corretear sin demasiado peligro mientras sacan sonrisas al público y artistas que por allí descansan.
El primer día comenzó con la tranquilidad habitual del primer día del FIB, donde la mayoría del público aun permanece en la arena de la playa hasta las 19 o 20h, donde comienza el éxodo de vuelta al camping. Un día para ir calentando el cuerpo y cogiendo ritmo con los temazos de Courteeners, Kaleo y The Jesus and Mary Chain y donde la representación nacional tuvo uno de sus mejores días. Fue el día de Viva Suecia y Belako, rompiendo el festival en dos y consiguiendo que el acento español volviese a sonar entre el público de un concierto. The Weekend, Stormzy y Ride, como buenos cabezas dieron a su público lo que querían… al menos los gritos así lo indicaban y las charlas postconcierto lo reafirmaron.
Ante el absurdo de enumerar los conciertos como quien lee el cartel solo puedo decir todo fue genial, con una puntualidad envidiable para el resto de festivales y unas actuaciones técnicamente geniales. Así que pasaré a reseñar los momentos mas importantes para bien o para mal de estos días de festival, puedes dar por sentado que de lo que no hablo fue según lo previsto. El viernes vimos mucha mandanga pero la sorpresa fue el cierre por todo lo alto de Joe Crepúsculo con Tomasito bailando en ropa interior junto a más amigos sobre el escenario. Temples sonaron incluso mejor que la última vez que pude escucharlos y eso ya es mucho, una pena no tenerlos desde el escenario principal, al igual que 2Manydjs cuyo comienzo con varios temas de Chimo Bayo merecía el escenario principal.
Amaneció un nuevo día en el camping y las pruebas de sonidos anunciaban la tragedia personal que se aproximaba hacia mi. Era sábado y esa noche debía elegir entre lógica y pasión, Red Hot Chili Peppers y Peter Doherty se pisarían el concierto al completo. Hasta entonces habría que disfrutar del resto, Liam Gallagher ofreció más temazos de Oasis de los que pensaba, pero dejándose fuera la mayoría de temazos menos ‘Wondewall‘. Además su voz, su técnico (o ambos) fallaron, desilusionando a más de uno. Llegó el momento de los Red Hot, carrera para hacer fotos y partir hacia el destino real de la noche, no sin antes bailar un par de temas…
La gran decisión la tenía clara desde antes de ir y Pete Doherty se curró un conciertazo donde tiró dos veces el pie de micro, dos monitores y los vasos llenos de líquido salían disparados hacia el público cada 5 minutos, de lo mejor pese al poco público. Surfin’ Bichos fueron la gran pérdida para muchos esa noche, ya que pese a sonar jodidamente bien no consiguieron enganchar a tanto público como merecían, el mismo problema de competencias con el que también perdió Doherty.
El último día llego de nuevo al son de las pruebas de sonido y desde la tienda ya sonaba Kasabian. Para muchos el mejor concierto del festival por setlist, sintonía con el público y respuesta del mismo. El hecho de ser uno de los últimos conciertos del festival también ayudó a que todos diésemos absolutamente todo lo que nos quedaba, el mejor momento del FIB sin duda. Love of Lesbian nos hicieron ser conscientes de que era una de las ediciones del FIB con más acento español en cuanto a público y buen rollo de Crystal Fighters puso broche a una noche que se alargó unas horas de disfrute fuera de plano.