diciembre 13, 2024

Nunatak y Negroazulado dieron en Málaga rock y energía a un público que devolvió calidez y amor

El pasado sábado, la ciudad de Málaga se vio atenazada por dos hechos insólitos. Por un lado, la tromba de agua que dejó tantos destrozos por la ciudad y alrededores. Por otro, que un concierto del calibre que nos reúne hoy aquí hubiese tenido una asistencia tan escasa, no más de cuarenta-cincuenta personas en una sala que se quedaba terriblemente vacía para ambos grupos. Lo primero que me gustaría hacer es quitarme el sombrero ante la actitud de Nunatak y Negroazulado, que actuaron con una profesionalidad pasmosa. Lo segundo que quería hacer es dar un tirón de orejas a todos los malagueños que dejan escapar oportunidades como ésta.

Habiendo dado los golpes de remo oportunos, volvemos al sábado. El lugar era la Cochera Cabaret y el ambiente acabó siendo de reunión de amigos. Las charlas que mantenían tranquilamente los asistentes a los pies del escenario se vieron interrumpidas al poco pasadas las diez y media cuando aparecieron ante nosotros Negroazulado. Estos malagueños me sorprendieron gratamente. Juegan con la intensidad en temas donde las letras metafóricas y algo abstractas se daban de la mano con melodías de carácter rock bonito. No dejaba de pensar en Viva Suecia sin ir más lejos, pero con más calidez y sin crear tanta nebulosa. Aunque encontramos desarrollos instrumentales, lo que poblaba era la concreción.

Negroazulado – Fotografía de Carlos Blanco

Y así se sucedieron temas con cambios de ritmo, guitarras aireadas que culminaban en cierres repletos de trémolo y un batería que mantenía el tipo y del que era imposible apartar la mirada. El set de aquella noche jugaba con los altibajos, pero con una mayor presencia de los momentos melódicos intensos, como en ‘Invencibles’. La sorpresa vino de cara al final, cuando activaron la distorsión y aumentaron el tempo para crear un cierre de concierto que me dejó impávido. Ritmos y guitarras frenéticas que confluían en un global que bien podría haber salido de un concierto de Triángulo de Amor Bizarro. Cierre de diez y mis respetos a estos malagueños, de eso no cabe duda.

Nos permitimos hacer una pausa terminado el concierto de Negroazulado para volver con más fuerzas, se avecinaba el plato fuerte de la noche. Nunatak se hacía con el escenario a las once y media de la noche con una introducción melódica que sirvió como presentación de lo que encontraríamos: un conjunto formado por un teclista que también se atrevía con el violonchelo, un guitarra eléctrica, un bajo, un batería y un vocalista que iría intercalando su guitarra acústica con el ukelele. Abrieron con ‘No Volveré a Verte’ que dio paso a ‘Después de Todo’ y desde primera hora el público se encontró sumergido en el universo folk que crearon estos murcianos.

Nunatak – Fotografía de Carlos Blanco

No podía dejar de admirar la belleza que otorgaba el chelo en los momentos tranquilos cuando se alzaba protagonista. Es más, tampoco podía dejar de admirar su antítesis, cuando, guitarra acústica en mano, aumentaban las revoluciones haciendo vibrar al público con melodías rápidas y animadas en la onda de unos tempranos Mumford and Sons. Hablando del público, fue interesante comprobar lo involucrado que estaba siguiendo los ritmos del batería, haciendo coros en los momentos exactos o derramando alguna lágrima como respuesta al apartado más melódico del concierto.

Como sorpresa para anticipar la recta final del concierto, Nunatak decidió aprovechar el público que había para bajarse del escenario y ubicarse en medio de la pista, rodeados por los asistentes, para interpretar un par de temas donde la calidez y el intimismo se alzaron máximos protagonistas. Un momento que sin duda todos disfrutamos y que nos hizo sentir esa magia de la que tanto hacen gala. Finalmente, volvieron al escenario para poner los ánimos por las nubes y hacer que el público no estuviera ni quieto ni callado con ‘La Primera Luz’ y ‘El Grito’, tema con el que acabaron de demostrar de lo que eran capaces de hacer estos murcianos y con el que nos dejamos la voz todos los presentes en esos coros tan altamente fáciles de seguir. De parte de los afortunados que estuvimos allí: gracias Nunatak y nos vemos en la próxima.

Un comentario en «Nunatak y Negroazulado dieron en Málaga rock y energía a un público que devolvió calidez y amor»

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *