«Casa»: Iván Ferreiro ahora vive aquí

El pasado 28 de octubre Iván Ferreiro publicó «Casa» (Warner, 2016), su quinto álbum de material nuevo (no recopilatorio). Contó con la producción de Ricky Faulkner y con su banda habitual: Xavi Molero, Amaro Ferreiro, Pablo Novoa y Emilio Saiz, además del propio Faulkner como bajista.

El disco gira alrededor de la tristeza y la angustia, tanto vital como post-ruptura sentimental, normalmente acompañadas de un optimismo que sólo los valientes pueden defender en situaciones como las que describe Ferreiro. Una valentía y madurez que permiten apreciar las pequeñas cosas, las que valen la pena de verdad, que nos ayudan a sobrellevar las noches más oscuras y a seguir adelante.

La canción en la que esto se hace más patente es ‘Casa, ahora vivo aquí‘, que abre el disco. «Vuelvo a casa, en la zozobra de mi corazón […] creí que estaba solo y descubrí que estaban todos los que importan». Una declaración de intenciones a ritmo pegadizo que resume a la perfección lo que nos encontraremos en las 11 siguientes canciones.

Sigue con ‘Farsante‘, una canción lenta, oscura y un tanto cargada; al contrario que ‘Dioses de la distorsión‘, otra lenta, pero esta vez fácil de escuchar. Una primera muestra de cómo el dolor puede verse con belleza.

El disco recupera el ritmo con ‘La otra mitad‘, pop de marca Ferreiro pura y dura, y con ‘Laniakea‘, un viaje espacial acerca de los peligros del mirar atrás. Y si estas dos nos convencían, llega ‘Dies irae‘ y no lo hace. Se trata de un rock un tanto vulgar que desentona por completo en «Casa«, muy probablemente porque fue compuesta para «Versos, canciones y trocitos de carne«, la banda sonora de la trilogía de misterio del escritor César Pérez Gellida que lleva el mismo título.

Suenan las primeras notas de ‘Los restos del amor‘, sexys, pegadizas. Un momento… ¡esta melodía la conozco! Se trata de la segunda parte de ‘Roble inverso‘, canción incluida en el álbum «Dadnos Precipicios» de Egon Soda. La banda está compuesta, entre otros, por Ricky Faulkner y Xavi Molero. ¿Os suenan esos nombres? Misterio resuelto. Préstamo de melodías a parte, es una de las canciones más logradas del álbum.

Y a partir de este momento, cascada de emociones. ‘Todas esas cosas buenas‘ es un vals sencillo, directo, precioso. Otro resumen perfecto de la temática del disco: todas las cosas tristes y buenas que están. Y entonces llega ‘El pensamiento circular‘, la que fue escogida como single con gran acierto. Además de contar con un videoclip magistral de la mano de Jesús Hernández (NYSU Films), esta canción te envuelve y desprende emotividad por todos lados. Imposible escucharla una sola vez.

‘El viaje a Dondenosabidusientan‘ nos sumerge en sonidos electrónicos, con una letra intensa y una melodía un tanto indigesta. Lo arreglan con creces ‘Tupolev‘, llevándonos hasta el solitario Moscú, y ‘Río Alquitrán‘, un broche final de belleza extraordinaria, tanto lírica como melódica: el piano y el violín consiguen llevarnos hasta un escenario épico.

El disco ha sido recibido con notas que giran alrededor del 7. Sí, se puede apreciar la calidad compositiva y musical de Ferreiro, pero no ha terminado de cuajar, sobre todo por el contraste de canciones: unas han enamorado, otras no han dejado indiferente. No sabes si declararte fan de póster o hater total. Y para muestra, un botón: nuestro querido ilustrador I am The Faier reseñaba así el disco en su cuenta de Twitter. Faier, no estás solo, (con alguna que otra variación) todos sentimos lo mismo.