Hace unos meses anunciamos en la web el proyecto Victoria Acoustic Concerts que surgió el año pasado con motivo del 100 aniversario de las Zapatillas Victoria y cuyo objetivo era dar a conocer bandas emergentes del país a través de un concurso. Se seleccionaron 30 finalistas y 6 de ellos han sido los elegidos para formar parte del proyecto en este 2016.
Bajo un sofocante sol de Junio, el pasado día 23, nos dirigimos a la Industrial Eventos en el famoso barrio de Malasaña a disfrutar de uno de estos acústicos cuyo cartel estaba compuesto por los madrileños Sin Rumbo y Aire Canadá llegados desde Murcia. Una fresca y acogedora bienvenida al evento (modo afterwork), con dulces, salados y cervezas y unas zapatillas Victoria de regalo para los asistentes y, después de un rato distendido, dieron comienzo los dos acústicos.
Los murcianos Aire Canadá empezaron su concierto desenchufados sin avisar armados con dos ukeleles y una guitarra. Tres voces bien coordinadas y muy bien empastadas a tres tonos diferentes hicieron que los asistentes disminuyeran el elevado volumen de conversación del momento para prestarles atención. Comienzo acertado de la banda, dado que mucha gente del público animaba a silenciar a la masa para poder disfrutar del concierto. Tras la interpretación del primer tema, uno de los artistas abandona su ukelele y se sienta a los teclados para interpretar una melodía melancólica que hace de presentación del resto del concierto, mientras sus compañeros se suben al escenario con guitarra acústica (voz principal) y eléctrica, que se dedica a riffs suaves bien empapados en chorus y delay. El piano, por su parte, se dedica a acompañar con acordes, llenando otras frecuencias que hace que el conjunto suene equilibrado.
Pop melódico en acústico, música tranquila de domingo melancólico. Así es como suena Aire Canadá, que terminan con una versión de ‘Ni tú ni nadie’.
Sin Rumbo nos ofrece también temas tranquilos, aunque también disponen de repertorio más movido. Con una guitarra acústica, una preciosa Telecaster (Cabronita, ¿puede ser?) y un sintetizador consiguen animar aún más al público, sobre todo el femenino, que tararea y ovaciona cada canción de la formación.
El público mayoritariamente femenino es un claro indicador del estilo y tipo de espectador al que están dirigidas ambas bandas. Falta ese gancho y atractivo musical que no todos los músicos consiguen, y que es necesario para querer escuchar más material y por supuesto acudir a más directos sin pensárselo. Y, queridos hipstéricos, en estos-dos-ambos casos, no ha sido así.
En cualquier caso pasamos una tarde diferente, muy divertida y amena en la que pudimos disfrutar de una buena merienda con música de fondo. Buena música acompañada de comida y bebida: ¿qué más se puede pedir?