por Hay en ocasiones que todos necesitamos sacar el animal que por exigencias sociales y de convivencia vamos calmando. Hasta que llega el momento que no puedes retenerlo más y entonces aparece de distintas maneras: una discusión, una riña en un bar, una publicación en Facebook, etc. En el caso de Fernando Alfaro, ha conseguido retener el Perruzo que lleva dentro durante 12 años, hasta que ha sido imposible silenciarlo. Chucho vuelve a ladrar en “Los Años Luz”, el nuevo disco de los albaceteños.
Chucho es un animal peligroso, primero devoró a los “bichos” y ahora le pega un bocado a la persona. La andadura del can inició su camino en el año 1995 con un Ep homónimo, pero no sería hasta 1997 cuando se publicaría el primer álbum de la banda “78”. Dejaba patente la continuidad oscura de los temas que ya componía con Surfin´Bichos, pero acercándose a melodías menos agradables y violentas. Canciones como “Mi anestesia”, “Ángel Inseminador”, “3 filas de dientes”,… muestran la mente de un monstruo depresivo, peligroso, y con crisis existencial-religiosas. El Animal se notaba rabioso e incontrolable.
Luego llegó “Tejido de Felicidad” (1999), un disco más amable, donde se coqueteaba con canciones pop dirigidas a captar un público más amplio como “Magic” o “Revolución”, pero que por mucho que el animal fuera más feliz y estuviera más calmado, la oscuridad e intensidad seguían presentes en temas como “Aguacero al Infinito”.
El animal seguía hambriento, y confeccionó una obra redonda “Los diarios del Petróleo” (2002), que no se puede concebir como obra única ya que se compone de 4 partes: 3 Eps y un larga duración. El sonido de Chucho estaba prácticamente definido una vez calmada la fiera de “78” y suavizando el exceso de energía pop de algunas canciones de “Tejido de Felicidad”, encontrando el equilibrio en un disco donde sigue afrontando temas cotidianos desde un punto de vista personal como “Abrir las Ventanas”, ”Visión Rayos X” o “El Rey del Error”.
Antes de que Fernando consiguiera calmar al animal y cediera el paso a la persona, publicó “Koniec” (2004), un disco más que notable en la línea de “Diarios de Petróleo” donde aparecen grandes temas como “Túnel de Lavado”, “La Mente del Monstruo”, etc.
Pero no solo Fernando Alfaro es el que se antoja necesario para dar rienda suelta a Chucho. Desde el inicio le acompaña Juan Carlos Rodríguez. Al igual que Fernando pertenecía a un grupo que no le dejaba dar rienda suelta a la fiera que llevaba dentro. Su grupo, Republica Gorila, donde en su único larga duración se coqueteaba con pop-rock interesante, pero no era el camino para Juan Carlos. República Gorila evolucionó hacia el lado más duro del rock y publicó una maqueta posterior, “El Dios de Los Insectos” donde nos podemos encontrar con tintes de rock industrial, hardcore,… La mano de Juan Carlos es más que evidente, sobre todo si comparamos el primer EP “Chucho” y la nombrada maqueta de República Gorila.
Chucho se forjó ante la necesidad de estos músicos para sacar fuera su rabia y fantasmas antes de que estos los devorarán. Ahora, 12 años después de su último larga duración, tendremos que esperar hasta abril para comprobar en que estado se ha levantado la fiera que llevan dentro y esperar que la mente del perro siga tan maravillosamente oscura y retorcida como siempre.
