“Vamos a convertir este concierto en una fiesta”, sentenció Marc Ros al comienzo del set del que ha sido el último concierto de la gira de Sierra y Canadá. Un sold out en la sala Planta Baja servía para avisar que en Granada se avecinaba una buena. La gente tomaba posiciones a los pies del escenario, entre cervezas y comentarios con los que se intentaba hacer pasar rápido el tiempo para ver a los Sidonie llenar un escenario copado por neones y luces sugerentes que más adelante se llenaría de energía. Pasadas las diez de la noche suben Marc y los suyos al escenario, tocan a pelo ‘Fascinado’ y se meten al público en el bolsillo al primer “fa-fa-fa-fa-fascinado”.
Iban confiados a traernos el espectáculo que han llevado haciendo durante tanto tiempo, y eso se notaba. No porque pusieran el “automático” y quedara en algo insulso, sino más bien por los momentos de improvisación y complicidad que pudimos vivir. Que se lo digan a todos los que fuimos testigos de la actividad frenética de Jess, bajista del grupo, que no dudaba en saltar por el escenario, jugar con otros miembros de la banda o en interactuar con las primeras filas, haciendo muecas o poniendo su bajo entre nuestra manos (cada uno que interprete a su manera esta frase). Y qué decir de Axel, el batería del grupo, del cual era imposible apartar la vista en medio de su frenesí en su instrumento o cuando nos ofreció una de sus posturas acrobáticas en los momentos entre temas.
Momentos de puro show en los que la banda se ponía su modo más fiestero para abandonar toda tristeza que pudiera haber por tratarse de un final y convertirlo en una fiesta en mayúsculas. Porque aunque Marc se viera en ocasiones como un actor secundario por todo el juego que daba Jess, hubo momentos en los que la relación banda-público fue muy bien correspondida, como cuando interpretaron ‘Eclipse Personal’ (“Este tema había sido nominado a un Goya…pero se lo ha llevado Pablo Alborán” *Grito de indignación del público*).
Fue un concierto en los que Sidonie quería hacer historia e irse por la puerta grande, haciendo un buen juego entre los temas más recientes como ‘Gainsbourg’ o ‘Yo Soy La Crema’; y los que han marcado la trayectoria de la banda, como fueron ‘Por Ti’ o ‘En Mi Garganta’, momentos clímax de la noche entre saltos y una energía desatada que nos hacía olvidar el frío granaíno de finales de diciembre.
El fan de Sidonie se encontraba cómodo allí porque hicieron un importante recorrido por su repertorio. Los sonidos más friendly y coreados fueron aquellos recuperados de “El Incendio” o “Costa Azul”, los sonidos más analógicos de este último álbum “Sierra y Canadá”, el momento más psicodélico y buen-rollista en ‘Sidonie Goes To Varanasi’ o los sonidos más frenéticos de “El Fluido García”, del que se trajo al directo ‘El Bosque’ con unos solos de guitarra que derritieron a buena parte del público y con la aparición de Dani, el vocalista la banda granaína Niños Mutantes.
Dos momentos de clímax (y entre los que no se encuentra el comentario de Marc de “¡Granada, os queremos…follar!”): La interpretación de ‘Un Día de Mierda’ entre el público mientras Marc era llevado a hombros por la sala y el público se abalanzaba hacia él para tocarle mientras gritaba aquello de “Hoy será un día de mierda”; y el cierre con ‘Estáis Aquí’ con el público cantando el estribillo al unísono en una comunión que nos dejó a todos el sabor agridulce de las ganas de más, pero profundamente agradecidos por la elección de Granada como lugar para cerrar una gira que nos servirá como referente a los futuros conciertos cuando estrenen nuevo material de estudio. Porque nos han avisado: “al loro con el nuevo disco de Sidonie”. Estaremos aquí, amores, cuando lo saquéis…
-Fotografía: Carmen Pérez Estepa