Llegaron, tocaron y se fueron. Este podría ser el breve resumen del concierto de The Horrors en La Riviera el pasado viernes.
Podría escribir acerca de que hubo mucha gente, casi lleno en la sala. O quizás que hubo bises, que el público quedó satisfecho o incluso que sabiendo que el grupo haría un Dj set después del concierto, los fans se quedarían a seguir disfrutando. Pero no, nada de esto ocurrió.
Podría considerarse la opción de que al avisar con poca antelación de este concierto (apenas 5 semanas), sumado a la cancelación de otro el pasado diciembre, esto pudo provocar que la noticia no llegara al suficiente público como para llenar una sala tan destacada como La Riviera. Esto en cuanto a la afluencia de fans que fue muy escaso. El resto evidentemente, fueron desaciertos de la banda.
The Horrors tenían toda la noche por delante para deleitar a sus fans. Comenzaron con Mirrors image extraído de Primary Colours (2009); de este mismo disco sonaron Sea within a sea, Three decades y Who can say. También las conocidas Endless blue y Still life del disco Skying (2011) y de Luminous (2014) I see you y In and Out of sight.
Alargaron el tema Moving Further Away para terminar el concierto y dejaron en el ambiente multitud de pitidos y abucheos. Con apenas once canciones, los británicos supieron a poco; el sonido en los tres primeros temas fue algo mediocre aunque a medida que tocaban repertorio, éste iba mejorando. El público no quedó nada satisfecho y prueba de ello fue que apenas una treintena de personas permanecieron en La Riviera para disfrutar del Dj set del grupo posterior al concierto.
Cuestionando en la totalidad esta cita, hubo puntualidad por parte de la banda, profesionalidad y una puesta en escena intensa y oscura como suelen tener acostumbrados. Esperábamos ansiosos a esta banda en la capital desde aquel encuentro en Rock Kitchen hace cuatro años, en la que actuaron mucho mejor. Y es que, cuando las expectativas son altas, el riesgo del batacazo está en la misma proporción.