diciembre 5, 2025

Fatal, entre el colegueo y el existencialismo millennial

Fatal llega al panorama nacional con una carta de presentación que no admite dudas: «La peor semana del año (vol. I)«. Formada por ex-integrantes de Mafalda y Finkiwi, esta banda nace como una broma de «colegueo», pero su EP debut demuestra que la diversión se acaba cuando toca mirarse al espejo. Este trabajo de seis canciones es un chute directo de energía y, a la vez, una radiografía de la ansiedad existencial que arrastra su generación.

Aquí no hay sencillos aislados; hay un torrente de seis temas que te golpean desde el minuto uno. Fatal es la banda desenfadada que, paradójicamente, te canta a la cara las verdades más incómodas sobre el duelo, el auto-boicot y la precariedad.

El EP es, en esencia, un viaje de ida y vuelta constante entre el colapso más absoluto y el entusiasmo que se rescata a dentelladas. Fatal te mete de lleno en el Vértigo del Duelo con ‘El valle‘, una canción que no se esconde de un «duelo bastante guapo y un poco permanente». Es el desgarro intestinal del vacío después de una despedida brutal, donde la tristeza se mezcla con la cruda celebración de lo vivido.

Inmediatamente, la banda te atrapa en la Tensión del Bucle con temas como ‘nosemevadelacabeza‘, puro bucle obsesivo, rabia por no saber y fascinación por aquello que siempre se aleja. El EP sentencia que la identidad es una trampa (como explora a fondo en ‘Mutante‘) y que la única vía de escape en este jaleo es el cambio constante.

Pero el momento cumbre de la identificación generacional llega con la Precariedad en la Nuca. El himno definitorio es ‘Tonta‘, esa canción que te recuerda que la vida es pagar 1000 euros a Hacienda, asumir que nunca tendrás una casa propia y vivir «fingiendo que sabemos ser adultos cuando no tenemos ni puta idea de nada». Es existencialismo millennial puro, perfectamente sintetizado entre la risa histérica y el colapso financiero.

Fatal es honesto hasta el final. La despedida llega con ‘NMDQN‘, el momento que más temías: toca abrirse en canal. Es la imploración de que alguien te arranque la pena, pero también la aceptación de que hay que dejar que duela. «No te hagas la dura tía. Deja que corra la sangre y ensúciate entera.» Es la fiesta trágica de un final inevitable.

Fatal ha entrado con el pie en la puerta. Su debut es una banda sonora honesta y sin filtros para la gente que vive en un mundo arruinado pero que todavía busca el azahar en la ciudad. La banda es desenfadada, sí, pero su mensaje es profundo: el dolor, la precariedad y la obsesión son la esencia de esta generación, y ellos lo han capturado con una energía descomunal. Un EP que pasa en un suspiro, pero te deja el eco de esa «peor semana del año» resonando durante meses.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *