Hayley Williams, la voz icónica de Paramore, marcó un hito con el lanzamiento de su nuevo álbum «Ego Death at a Bachelorette Party«, disponible en todas las plataformas de streaming tras meses de especulación. Este disco, que reúne 18 tracks (los 17 singles sorpresa este verano y el inédito ‘Parachute‘) llega bajo su propio sello, Post Atlantic, tras el fin de su contrato con Atlantic Records en 2024. Producido junto a Daniel James y con colaboraciones de Brian Robert Jones y Joey Howard, el álbum celebra su independencia con una mezcla audaz de alt-rock, synth pop y trip-hop, reflejo de su liberación creativa. Este lanzamiento reafirma a Williams como una fuerza imparable, aunque deja preguntas sobre el futuro de Paramore.
Williams, conocida por su trayectoria con Paramore desde 2004, ha explorado la música en solitario con «Petals for Armor» y «Flowers for Vases / Descansos«, pero «Ego Death at a Bachelorette Party» eleva el listón. El álbum comenzó a latir con ‘Mirtazapine‘, un homenaje crudo a los antidepresivos, y se expandió con temas como ‘Ice in My OJ‘, donde critica a las grandes discográficas, y ‘True Believer‘, que cuestiona la fe con una intensidad visceral. El video de ‘Glum‘, dirigido por AJ Gibboney y Zac Farro, añade una capa visual de existencialismo, mientras ‘Parachute‘ cierra con una nota esperanzadora. La edición física llegará el 7 de noviembre, pero el impacto de este trabajo ya es significativo, especialmente entre fans que han elogiado su valentía al romper con las normas de lanzamiento tradicionales.
«Ego Death at a Bachelorette Party» es un torbellino de emociones que destila la esencia de Hayley Williams: cruda, experimental y profundamente personal. Desde el arranque el álbum establece un tono que oscila entre la catarsis y la provocación. ‘Ice in My OJ‘ brilla con su crítica afilada a las discográficas, envuelta en un trip-hop seductor, mientras ‘Hard‘ despliega un anthem de guitarra que canaliza la resiliencia tras decepciones. La producción de Daniel James, junto a las aportaciones de Jones y Howard, crea un paisaje sonoro que mezcla lo familiar de Paramore con nuevos matices, como pop experimental de ‘Discovery Channel‘.
Sin embargo, no todo es perfecto. Temas como ‘Negative Self Talk‘ y ‘Kill Me‘ pueden sonar repetitivos en su exploración de la autocrítica, y la falta de una narrativa cohesiva entre los 18 tracks deja al oyente navegando un caos intencional. Aun así, esta falta de estructura es parte de su encanto: Williams invita a reordenar las canciones, un guiño a su libertad creativa. ‘Parachute‘ ofrece un cierre redentor, con su calidez y letras que sugieren renacimiento, equilibrando el peso emocional del disco. «Ego Death at a Bachelorette Party» no solo consolida a Williams como una artista solista formidable, sino que también desafía las expectativas, dejando un eco que resonará más allá de 2025.