por La artista malagueña Nina Raku eleva las expectativas ante su inminente EP de debut con el lanzamiento de su tercer sencillo y videoclip, ‘Campo de Relámpagos‘. Este nuevo adelanto, un film de FIERRO dirigido por Jorge Acanto, no es solo una canción, sino una experiencia audiovisual que sumerge al oyente en un paisaje sonoro y visual donde la emoción de una ruptura se magnifica hasta alcanzar una escala cósmica, inspirándose en obras de arte y fenómenos astrofísicos
La inspiración detrás de ‘Campo de Relámpagos‘ es tan evocadora como compleja. La canción bebe directamente de la obra «The Lightning Field» del artista Walter De Maria, una explanada desierta intervenida por rayos que estallan con precisión matemática, transformando un espectáculo natural en una composición artística. De manera similar, Nina Raku toma el fin de una relación y lo convierte en una catarsis que resuena con la grandiosidad de una tormenta cósmica.
Musicalmente, el tema se erige sobre un ritmo glam que pulsa con la tenacidad de un corazón que se resiste a rendirse. Este latido sirve de columna vertebral para un paisaje sonoro rico y multifacético, donde la elegancia clásica de los violines se fusiona armónicamente con la energía vibrante de la electrónica contemporánea y la contundencia de las guitarras eléctricas. El resultado es un encuentro fascinante entre la emoción más íntima y el dramatismo ineludible de una tormenta perfecta, capturando la esencia de un dolor que es, a la vez, personal y universal.
En este «campo eléctrico» metafórico que Nina Raku construye, la emoción se transmuta en un auténtico fenómeno. El cielo se convierte en un escenario imponente, y cada rayo, en un mensaje cargado de significado. Aquí, el amor perdido se trasciende a sí mismo, elevándose a la categoría de un «evento Miyake». Este término, lejos de ser una invención poética, hace referencia a un fenómeno astrofísico real: un incremento repentino y extremo en los niveles de radiación cósmica. Descubierto por la física japonesa Fusa Miyake en 2012, estos eventos, provocados por tormentas solares de enorme intensidad, dejan huellas invisibles pero imborrables en los anillos de los árboles y en los núcleos de hielo, representando una perturbación de escala casi inimaginable, capaz de alterar el equilibrio del planeta. Y, en un plano emocional, del alma.
Así como un evento Miyake deja marcas indelebles en la materia, el final de una historia de amor puede marcar a fuego el cuerpo y el pensamiento. La canción de Nina Raku convierte esa sensación en imagen, en atmósfera, en electricidad contenida que se siente bajo la piel. La letra, cargada de simbolismo, evoca también la jaula de Faraday, una metáfora de esa protección ilusoria que uno cree tener ante el dolor. Sin embargo, la crudeza de la experiencia se impone: el rayo cae igual, y duele igual. Porque cuando algo grande termina, no lo hace en silencio; por el contrario, truena, ilumina y sacude el alma con una fuerza ineludible.
‘Campo de Relámpagos‘ es mucho más que una canción sobre el final del amor. Es una experiencia profunda donde lo personal se vuelve paisaje, donde la melancolía se sublima en una belleza eléctrica. Es una invitación a levantar la mirada hacia el cielo y a sentir cómo, en nuestro interior, también puede estallar una tormenta de emociones. La producción musical de este single ha corrido a cargo de Juan Sueiro, reconocido por su trabajo con artistas de la talla de Fangoria, Zahara, Miss Caffeina y La Casa Azul, y ha sido realizada en los prestigiosos Estudios 54, garantizando una calidad sonora que eleva aún más la propuesta artística de Nina Raku.
