por Cobertizo & Durand, dos amigos de la infancia y cabezas del sello LATIDO, presentan «Desaparecer«, un EP de dos temas originales y un remix que busca plasmar una situación emocional marcada por la incertidumbre, el miedo, la esperanza y el balance sobre el paso del tiempo. Si bien la intención de crear una experiencia bailable a la vez que introspectiva es palpable, la ejecución se queda a medio camino, ofreciendo un trance que no termina de despegar ni de conmover.
El sonido que define «Desaparecer» se mueve en el territorio del acid trance con tonalidades oscuras e intensas. Se percibe una clara influencia de la electrónica de los 90, con líneas de sintetizador repetitivas y ritmos hipnóticos. Sin embargo, a pesar de la intención de transmitir «intranquilidad y cierto bloqueo», la música no logra generar una verdadera sensación de tensión o angustia. Los temas, ‘Cromo‘ y ‘Desaparecer‘, se desarrollan de forma lineal, sin grandes cambios dinámicos ni momentos de clímax que provoquen la catarsis emocional que se busca. La esperanza, que según los productores debía destacar al final, se diluye en una atmósfera general que se mantiene en un tono grisáceo y plano.
La descripción del EP como una plasmación de una situación emocional personal resulta poco convincente. Si bien se menciona la sensación de pérdida, real y simbólica, que asfixiaba a los productores durante la composición, esta emoción no se transmite de forma efectiva a través de la música. Se percibe un mayor interés en la forma que en el fondo, priorizando la creación de un sonido «que claramente apareciera en un primer plano de manera repetitiva» sobre la expresión de emociones complejas. Las referencias a la incertidumbre, el miedo y el balance sobre el paso del tiempo se quedan en una mera declaración de intenciones, sin encontrar una correspondencia real en la música.
El remix de «Desaparecer» a cargo de Baldo intenta insuflar nueva vida al tema original, buscando una mayor conexión con la pista de baile. Si bien Baldo demuestra su habilidad para crear tools potentes para el club, el remix no logra salvar el conjunto. Se mantiene la esencia del tema original, con sus líneas de sintetizador repetitivas y su atmósfera oscura, pero se añade una mayor contundencia rítmica que no termina de integrarse de forma natural. Se siente como un añadido que busca compensar las carencias del tema original, en lugar de una reinterpretación que aporte una nueva perspectiva.
Este EP se presenta como una experiencia bailable a la vez que introspectiva. Sin embargo, se queda a medio camino en ambas direcciones. No logra generar la euforia ni la catarsis emocional que se espera del trance, ni tampoco la profundidad introspectiva que se busca transmitir. Se siente como una propuesta que se centra en la repetición de fórmulas ya conocidas, sin aportar una voz propia o una visión original del género. Cobertizo & Durand demuestran tener conocimientos sobre el género del trance, pero necesitan arriesgar más.
