febrero 12, 2025

Alfonso Ferrer presenta su manifiesto del alma con eco de cantautor clásico

Alfonso Ferrer, tras dos intentos fallidos de lanzar un álbum, finalmente presenta «Un Renacer Equilibrado«, un trabajo que se describe a sí mismo como un «manifiesto del alma», una reflexión sobre las heridas del mundo y un llamado a la esperanza. Once canciones que, según la promoción, rezuman verdad y honestidad, sin artificios. Si bien se agradece la sinceridad y la intención del artista, «Un Renacer Equilibrado» se siente como una propuesta que se ancla en el cancionero clásico, sin aportar una voz distintiva o una perspectiva particularmente original.

La música de Alfonso Ferrer se inscribe dentro del cancionero clásico con claras influencias del cantautor. Se perciben ecos de artistas como Javier Krahe, Luis Eduardo Aute o incluso Joaquín Sabina en la forma de construir las canciones, con melodías sencillas, arreglos acústicos y un protagonismo absoluto de la voz y la letra. Sin embargo, a diferencia de estos referentes, que aportaban una visión personal y a menudo mordaz de la realidad, Ferrer se mantiene en un terreno más convencional y menos arriesgado. No hay experimentación sonora, ni búsqueda de texturas innovadoras. Las canciones se suceden con una previsibilidad que resta interés al conjunto. La referencia a su estudio, LaCasaDeMadera, por el que han pasado otros artistas, no se traduce en una propuesta sonora que dialogue con las tendencias actuales. Se siente como un trabajo anclado en el pasado, sin una conexión clara con el presente.

Se enfatiza que las letras de Alfonso Ferrer tienen «mucho mensaje», que son «duras en muchos momentos, pero reales y honestas». Se habla de «las heridas profundas de nuestro mundo», «las injusticias que fragmentan a los seres humanos», «las desigualdades que oprimen» y «el dolor que compartimos como humanidad».

Sin embargo, esta voluntad de abordar temas importantes se traduce en letras que, a menudo, se quedan en la superficie del cliché. Se utilizan lugares comunes y un lenguaje poco poético que no logra conmover o generar una verdadera reflexión en el oyente. La apelación al «amor» y la «empatía» como herramientas de transformación, aunque bienintencionada, se siente genérica y poco efectiva. Se echa en falta una mayor profundidad en la exploración de las emociones y una mayor originalidad en la expresión de las ideas.

La producción de «Un Renacer Equilibrado«, forjada «a fuego lento en su estudio de LaCasaDeMadera», refuerza la sensación de sencillez y humildad que se busca transmitir. Los arreglos son austeros, con un predominio de la guitarra acústica y una instrumentación básica. Si bien esta sencillez puede resultar atractiva para algunos oyentes, también limita las posibilidades expresivas de las canciones. Se siente como una producción que no aporta valor añadido a la propuesta, que se limita a registrar las canciones de la manera más directa posible. La referencia a la gira que prepara Ferrer para 2025 no logra generar una mayor expectativa ante un álbum que se siente tan poco arriesgado.

«Un Renacer Equilibrado» se presenta como un trabajo honesto y sincero, un «manifiesto del alma» que busca conectar con el oyente a través de la verdad y la emoción. Sin embargo, lo que encontramos es un cancionero clásico que se queda a medio camino, con letras que no logran trascender el cliché y una producción que no aporta valor añadido. Alfonso Ferrer demuestra tener buenas intenciones, pero necesita arriesgar más en su propuesta para encontrar una voz propia y conectar con una audiencia más amplia.

Un comentario en «Alfonso Ferrer presenta su manifiesto del alma con eco de cantautor clásico»

  1. Hay que escuchar un disco de verdad para ser crítico, me temo que eres tú mucho más mediocre que yo… Sigue hablando de mucha gente sin empaparte de sus historias y producciónes, es lamentable.

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