trashi, la banda murciana afincada en Madrid, presenta su álbum debut, «Me acuerdo de todo«, un trabajo que se define a sí mismo como un retrato nostálgico de toda una generación. Con 14 canciones que mezclan pop urbano, dream pop y guitarras indie, trashi busca capturar los sentimientos, sueños y preocupaciones de la juventud actual. Si bien el álbum presenta momentos interesantes y una producción cuidada, se siente como una propuesta que, a pesar de sus destellos, no termina de encontrar una identidad propia y se diluye en la amalgama de influencias.
«Me acuerdo de todo» se mueve en la intersección del pop urbano, el dream pop y el indie pop, con ocasionales incursiones en la electrónica. Esta mezcla, que en teoría podría resultar innovadora y atractiva, no siempre encuentra el equilibrio adecuado. Se perciben las influencias de artistas como The 1975 en las guitarras con delay, reminiscencias del pop urbano actual en el uso del autotune y ecos del dream pop en las atmósferas etéreas. Sin embargo, estas influencias no se integran de forma orgánica, sino que a menudo se yuxtaponen de manera abrupta, creando una sensación de collage inconexo. Canciones como ‘Reventarme‘ o ‘Tú y yo y nadie más‘ muestran la faceta más enérgica y urbana de la banda, mientras que otras como ‘Coma profundo‘ o ‘Dime Baby‘ (con Chelsea King) se acercan más al dream pop melancólico. Esta disparidad estilística, si bien muestra la versatilidad de trashi, también dificulta la creación de una atmósfera cohesiva que defina el álbum como un todo.
La nostalgia es el tema central de «Me acuerdo de todo«, como bien indica el título. Las letras exploran recuerdos de la adolescencia, momentos con amigos, experiencias personales y reflexiones sobre el amor y el desamor. Sin embargo, a pesar de la intención de retratar una experiencia generacional, las letras se quedan a menudo en la superficie, sin llegar a profundizar en las complejidades emocionales que pretenden abordar. Se utilizan clichés y lugares comunes que, si bien pueden generar cierta identificación en el oyente, no logran conmover o generar una verdadera reflexión. Se echa en falta una mayor concreción y una exploración más profunda de las emociones que se pretenden transmitir. La colaboración con Zahara en ‘Uno más‘, aunque interesante, no aporta una nueva perspectiva a la temática del álbum.
La producción de «Me acuerdo de todo«, a cargo de varios productores incluyendo a InnerCut (productor habitual de Pedro Ladroga), es cuidada y profesional. El sonido es limpio y equilibrado, con una buena mezcla de elementos electrónicos y orgánicos. Sin embargo, esta misma pulcritud no logra disimular la falta de una identidad sonora definida. Se percibe una búsqueda de un sonido actual y comercial, pero sin arriesgar ni experimentar con texturas sonoras que aporten una dimensión adicional a la propuesta. La masterización, presumiblemente profesional, no logra cohesionar los diferentes estilos presentes en el álbum.
«Me acuerdo de todo» se presenta como un punto de inflexión en la carrera de trashi, su proyecto más ambicioso y desafiante hasta la fecha. Si bien el álbum contiene momentos interesantes y una producción cuidada, no deja de ser una propuesta que aún está en proceso de definición. La mezcla de géneros, aunque interesante conceptualmente, no siempre encuentra el equilibrio adecuado, y las letras, a pesar de su intención nostálgica, se quedan a menudo en la superficie. trashi demuestra tener talento y potencial, pero necesita encontrar una voz propia que lo distinga en el saturado panorama del pop actual.