por Civil Protection, autoproclamados adalides de la crisis de los 40 en formato punk rock, nos entregan «Midlife Mayhem«, un álbum que, a juzgar por la descripción, promete una andanada de ironía mordaz, crítica social afilada y autocrítica. Lo que nos encontramos, sin embargo, es un punk rock de usar y tirar, con chistes rancios y una energía que se agota antes de llegar a la mitad del recorrido.
«Midlife Mayhem» se presenta como un recorrido por la historia del punk, desde el ruido crudo del ‘77 hasta la melodía del ‘94, pasando por la velocidad del ‘82. En la práctica, esto se traduce en un pastiche de clichés punk que no aporta nada nuevo al género. Se perciben ecos de bandas como Ramones, Dead Kennedys o NOFX, pero sin la frescura, la rabia o el ingenio que caracterizaban a estas formaciones. Los diecisiete temas, que apenas superan el minuto y medio de duración, se suceden sin dejar una huella memorable. La ausencia de solos de guitarra, que la banda justifica con la supuesta falta de tiempo en 2025, se siente más como una excusa para ocultar la falta de ideas musicales que como una declaración de principios.
La banda presume de ironía mordaz y crítica social afilada. Sin embargo, las letras se quedan en la obviedad y el chiste fácil, sin llegar a construir una narrativa coherente o a ofrecer una perspectiva original sobre la crisis de los 40. Los temas que abordan –biberones con ‘ACAB‘, vaqueros diabéticos, un Papa decepcionante para el satanismo, aliens nazis, una revolución en una oficina, una receta de cocina sin productos israelíes– se sienten como una sucesión de ocurrencias sin gracia, que buscan la provocación barata sin lograr un verdadero impacto. La autocrítica, que también se menciona en la promoción, brilla por su ausencia. La banda se ríe de sí misma, sí, pero de una forma complaciente y superficial, sin llegar a cuestionar realmente su propia propuesta.
La grabación en Musigrama Estudios y Paul´s Cave Studios, la mezcla a cargo de La Ruidosa Producciones y la masterización de Mass Giorgini en Sonic Iguana Studios garantizan un sonido correcto y potente. Sin embargo, esta calidad técnica no logra disimular la falta de sustancia del álbum. La producción se centra en recrear el sonido clásico del punk rock, pero sin aportar una dimensión adicional que lo haga relevante en el contexto actual.
«Midlife Mayhem» prometía ser una oda irreverente a la crisis de los 40 en formato punk rock. Sin embargo, se queda en un conjunto de canciones olvidables, con chistes rancios y una energía que se agota rápidamente. Civil Protection demuestra tener cierta habilidad para la ejecución instrumental, pero necesita urgentemente renovar su propuesta y encontrar una voz propia que lo distinga de la multitud de bandas de punk que pueblan el underground.
