«Bremen no Existe» es el cuarto trabajo de Biznaga, como ellos mismos reconocen se trata de música para otra generación perdida. Música que funciona como banda sonora para una juventud que vive en una eterna crisis vital. Un disco que suena mucho más pop en comparación con los anteriores trabajos pero que sigue siendo igual de mordaz y certero.
Aprovechando su presencia en el Festival Noroeste Estrella Galicia hemos tenido la oportunidad de compartir con ellos una pequeña conversación que aquí podréis encontrar condensada.
Pregunta – No sé si habréis salido mejores personas de la pandemia pero sin duda os ha salido un discazo ¿Cómo ha influido sobre el disco este obligado parón? Y más allá del disco ¿cómo le ha sentado a Biznaga?
Respuesta – Resulta que nosotros lanzamos nuestro tercer disco, «Gran Pantalla«, una semana antes de que se decretara el estado de alarma, por lo que todos nuestros planes de futuro más o menos inmediato se fueron al traste. Teníamos un calendario de conciertos realmente nutrido y las mayores expectativas de crecimiento puestas en un trabajo que estuvimos preparando dos años, que supuso un gran esfuerzo a muchos niveles, y que de pronto nos vimos obligados a guardarlo en un cajón. Por esta razón decidimos ponernos a preparar material nuevo, para mantener las cabezas ocupadas y el proyecto activo.
De esta forma, cuando poco a poco fueron desconfiándonos, pudimos reunirnos y poner en claro algunas ideas y esbozos que habíamos ido pasándonos vía WhatsApp, acelerando así la concepción de este disco. Por tanto, se podría decir que es la parte positiva de este parón forzoso. Si no hubiera habido pandemia, seguramente no estaríamos hablando hoy de «Bremen no Existe«.
P. – Ahora que tenemos treinta y tantos, Que no nos une el amor, sino el espanto… ¿Qué espanta a Biznaga?
R. – La falta de expectativas de futuro, la falta de acceso a la vivienda, la agresiva deriva individualista de la sociedad, la tremendas brechas de desigualdad de diversa índole, la mediación de la tecnología en parcelas cada vez más intimas para perpetuar las dinámicas que hacen posible lo mencionado anteriormente y muchas más cosas, y que todo eso se está naturalizando como parte del sentido común de esta época.
P. – ¿Sentirse “la generación perdida” no es intergeneracional? ¿No decía ya el punk aquello de “no future”?
R. – Totalmente. Por eso mismo este disco no pretende ser un alegato generacional para los nacidos entre principios de los 80 y principios de los 90, todo lo contrario. «Bremen no existe» aspira a poder apelar a grupos de gente más amplios. Queremos plantear un diálogo intergeneracional, en torno a temas que conciernen a casi cualquiera, sin importar demasiado la edad.
P. – Lo que ya no es tan generacional es la manera de consumo de la música. Antes del lanzamiento “Bremen no Existe” habíais lanzado tres singles presentación como se hacía a la antigua usanza, ahora se lanzan sencillos hasta completar un álbum final que los engloba todos ¿No estamos ante una época de un consumo voraz? Parece que si una banda no lanza un tema cada dos semanas está muerta ¿Esa velocidad no repercute en la calidad del producto?
R. – Efectivamente una gran parte de artistas centran toda su energía en componer canciones sueltas que van publicando conforme las terminan. No creo que esa manera de hacerlo sea negativa necesariamente. Creo que pueden salir cosas muy buenas, aun habiendo sido hechas en poco tiempo, si el artista está inspirado.
Me parece más preocupante, sin embargo, la manera de acceder y escuchar música en la actualidad marcadas por las dinámicas de la industria musical y el gran impacto que han tenido en el modelo de consumo masivo aplicaciones tipo spotify.
P. – Si analizamos el disco de manera global podríamos decir que un hilo de desencanto lo une pero en cambio las melodías son mucho más luminosas que en anteriores trabajos ¿No es como un “te quiero” después de un bofetón?
R. – ‘Te quiero y nos vemos en la barricada a las tres’ como cantaban Kortatu, pero con una dosis extra de ‘espabila niño y deja de mirarte el ombligo, que están pasando cosas en la calle’.
P. – Vale, hemos escuchado “Bremen no Existe” y hemos retozado en la mierda lo suficiente ¿Qué coño ilusiona a estos tíos de treinta y tantos?
R. – Ver a la peña cantando las canciones de este disco de principio a fin. Se las saben todas, y eso nos da mucho gusto.
P. – Hace algún tiempo os marcabais una versión de ‘Calígula’ de TAB, ahora Isa participa en ‘Domingo Especialmente Triste’ ¿Cómo nace esta simbiosis?
R. – Una es consecuencia de la otra. Hay bastante sintonía y buen rollo entre ambos grupos. Te diría hasta más: creo que transitamos coordenadas musicales y discursivas similares, aunque cada uno se lo lleve luego a su terreno. Sin duda hay puntos en común, y eso se evidencia cuando ambos proyectos se juntan con resultados como los obtenidos en las dos canciones que mencionas.
P. – Por último y para ir terminando esta entrevista. Si aspiraseis a ser iconos de punk ¿Cómo os imagináis vuestra trágica muerte? Jajaja
R. – Pensar eso me da yuyu. Lo siento.
Podremos disfrutar de directo de Biznaga el próximo domingo (14 de agosto) en el Campo da Leña de A Coruña dentro del marco del Festival Noroeste Estrella Galicia presentando su último trabajo «Bremen no Existe«, la entrada al concierto es totalmente gratuita.