por Viva Suecia. Ese grupo que ha logrado luchar contra viento y marea para posicionarse en lo más alto del panorama nacional (y hacerse un hueco en el internacional). Hace tan solo unos años quizás los podíamos ver reuniendo a unos cuantos cientos de personas en ciertas salas murcianas.
Ahora reúnen a miles en grandes festivales y salas de todo el país. Es un hecho más que consolidado que han logrado como grupo convencer al público de nuestro país, y la consagración en sus tierras llegaría el pasado Viernes en un concierto en solitario en el Teatro Circo de la capital murciana.
Con todas las entradas agotadas y tanto la pista como los anfiteatros abarrotados, Viva Suecia salían al escenario sabiendo que se enfrentaban a un concierto con familia, amigos y con gente que les apoyó desde el principio.
El sonido que normalmente logran en festivales grandes suele ser bastante bestia, pero en el Teatro Circo se llegó a un nivel superior, y escuchar la voz de Rafa resonando en esa perfecta acústica ponía los pelos de punta a cualquiera.
Fueron desgranando uno a uno todos los temas que completan su carrera hasta la fecha. De los momentos más emotivos para gusto del servidor fue ‘acabaremos muriendo en ello‘, un tema que personalmente me parece bastante virtuoso y con el que en el Teatro Circo lograron un sonido acojonante.
Viva Suecia se dejaron la piel en cada uno de los escalones de su setlist, configurado para ir subiendo el listón con cada guitarrazo. ‘El nudo y la esperanza’, ‘Palos y piedras’, ‘Permiso o perdón‘, ‘Casi todo‘, ‘Piedad‘, ‘¿Nos ponemos con esto?‘, son muchos esos disparos directos al corazón que fueron coreados en aquel lugar mágico.
Sin duda alguna, la mayor ovación entre el respetable fue con ‘Los años‘ (Second subieron al escenario al completo para lograr una superbanda en el escenario), ‘A dónde ir‘ (ya todo un himno), ‘Bien por tí‘, ‘Hemos ganado tiempo‘ (con Rafa sumergiéndose en el público de la pista) o ‘Todo lo que importa‘ para cerrar el bautismo de grupo murciano de honor.
A vista de pájaro el escenario parecía un ring de boxeo, pero un ring en el que Viva Suecia ya no tenían nada por lo que luchar, estaban en casa, delante de un público que les quiere y con un cariño abrumador. Se han ganado su hueco por fin, y estoy seguro de que con su próximo disco llenarán el Teatro Circo cinco noches consecutivas.
