Doblamos la esquina que une Hermán Cortes con Rogelio Abalde y ya no quedaba sitio para dudas: aquella sería gran noche. Pequeños grupos de amigos hacían cola para acceder a La Fábrica de Chocolate, a la que regresábamos menos de 24 horas después del concierto de Rubén Pozo. Esta vez el escenario estaría ocupado por una de las inmorales del panorama nacional, los compostelanos Novedades Carminha, que llegaban para presentar su último trabajo «Campeones del Mundo» con el que intentan que bailemos, saltemos y follemos a partes iguales.
Nada más acceder a la sala fuimos conscientes del magnetismo del ambiente, una atmósfera que iba más allá del consabido sold-out. Cervezas, risas, los primeros saltos de la noche, codazos en las primeras filas y sobre todo muchas ganas de pasarlo bien. Esa podría ser la fotografía del entorno que esperaba a Novedades Carminha. Quienes a las 23.00 horas, con puntualidad inglesa y acompañados por una botella de Cutty Sark, ocupaban el escenario. Comenzaba entonces la eucaristía.
Sí, sí, he escrito «eucaristía» porque La Fabrica de Chocolate estaba llena de fieles. Fieles que encuentran en Carlangas, Jarri, Xavi y Anxo a los líderes de su congregación y que convierten sus temas en rezos. Y es que desde ‘Campeones del Mundo‘, tema que abrió el concierto, sus letras no dejaron de ser cantadas (aquí podéis leer «chilladas» término que no dista en absoluto de la realidad) y bailadas (aquí podéis leer «saltadas»).
Sin pausa continuamos con ‘Que Dios Reparta Fuerte‘ y una promesa en boca de Carlangas: hemos venido a bailar, y como buen apóstol de esta nueva religión, no decepcionó a sus fieles. Así, entre saltos, gritos y algún que otro tímido pogo, disfrutamos de las canciones de los compostelanos. No solo de las que conforman este último trabajo sino que además nos encontramos temas de sus antiguos trabajos porque qué sería de un concierto de Novedades Carminha sin temas como ‘Quiero Verte Bailar‘, ‘Juventud Infinita‘, ‘Antigua pero Moderna‘ o ‘Jodete y Baila‘… pues posiblemente un concierto de Alex Ubago.
Novedades Carminha son cuatro amigos que se lo pasan realmente bien sobre el escenario y eso es contagioso a los que se colocan ante ellos, quienes se unen a la fiesta (tropical) que la banda les propone. Esto sirve como retroalimento para la banda que no ceja en su entrega en ningún momento creando situaciones realmente surrealistas como amenazar al dueño de la sala con destrozar el garito o saltar como si no hubiese mañana al ritmo de las guitarras mientras suena el cover de ‘Demolición‘ de Los Saicos. Es entonces cuando, en el punto más gamberro, se termina el concierto. La banda abandona el escenario y nosotros, pobres mortales que hemos asistido a su ceremonia, quedamos en estado de shock.
Un shock del que despertamos cuando la banda regresa de nuevo al escenario y Carlangas nos avisa: «vamos a hacer un tema que llevamos tiempo sin hacer«, así comienza ‘Santiago Apóstol‘. Por su parte Jarri decide convertir la botella de whisky en un botijo y así refrescar a las primeras filas.
Últimas balas en el revolver de los compostelanos y una parroquia a la espera de algún que otro pildorazo aún ausente que poco tardaría en llegar, caso de ‘Antigua pero Moderna‘ y un fin de fiesta de la mano de ‘Dame Veneno‘. Hemos descubierto una religión, hemos bailado al ritmo de sus oraciones y hemos reconocido a sus apóstoles ¿qué más podemos pedir? ¡Ah! Sí, una cosa: «morir bailando…«