Era un viernes grisáceo en Madrid y el cielo amenazaba con romper a llover. Aún así, con esa previsión que poco acompaña para pasear por las calles de Alcalá, nos plantamos en la ciudad unas horas antes. Pudimos disfrutar sus calles, sus bares, sus paisajes, y todo sin el maleficio lluvioso. Se acercaba la hora del concierto de Siloé y pusimos rumbo al The Green Irish Pub para conocer en directo las canciones de «La Luz».
Entre un público acogedor, Siloé y Xavi Road hacían su presencia sobre un escenario en los que los instrumentos esperaban a los artistas. En esta ocasión, íbamos a disfrutar de Siloé en un formato dúo, un nuevo formato que no habíamos presenciado antes y que nos dejó un sabor a medias, ya que en otras ocasiones las canciones las disfrutamos de manera diferente. Aún así, Siloé y Xavi son dos piezas que encajan a la perfección, siendo éste último el productor del último trabajo de Fito y que tantas cosas positivas ha aportado al sonido del vallisoletano.
Iniciaron con ‘La Calma’ e ‘Invasor’, dos canciones diferentes pertenecientes a cada uno de los dos discos del artista. Con ellos Siloé se iba adentrando poco a poco en el inicio del concierto, con la naturalidad y frescura que le caracteriza. Tal es así que el artista iba arrancando más de una sonrisa con las historias que compartía con un público que le brindó una buena acogida.
Entre canción y canción llegaría una de las canciones que más especiales, en mi opinión, suenan de su primer disco. ‘El Poder’ te atrapa con su mezcla de guitarras y letra, recordando que fue uno de los singles de «La Verdad».
A esa naturalidad y frescura que hacía referencia anteriormente tengo que añadir que, además, Siloé es una persona muy cercana. Como el mismo comentaba, hay cosas que no se pueden hacer en las salas grandes, y una de ellas era lo siguiente. Y acto seguido se bajó del escenario con su guitarra para mezclarse entre el público e interpretar ‘Guerra Y Caridad’ a cappella.
Tras este buen momento volveríamos a la carga con ‘Contemos Aullidos’ con la explosividad de su melodía, y con otra gran canción de su primer trabajo, la que da título al disco, ‘La Verdad’. Y no nos saldríamos de este trabajo ya que vendría una canción que hacía tiempo que no interpretaban en un directo, como confesaba el propio Siloé, estaba hablando de ‘Minas De Sal’.
Nos tocaba prepararnos para la traca final del concierto y lo haríamos cada vez más pegados al escenario. Es curioso cómo en muchos conciertos, cuando el escenario está casi a pie de pista, se suele dejar un espacio entre el escenario y el público. Este espacio trata de salvaguardar la distancia entre público y artistas. Conforme avanza el concierto ese espacio se va reduciendo de manera que, en ‘Para Mis Hermanos’, ‘Tal Como Sucedió’ y ‘La Niebla’, ya nos encontrábamos más próximos al escenario, disfrutando de estos tres últimos alientos musicales.
Como bien explicaba Fito, antiguamente la música se transmitía de boca a boca. Era entre las gentes de los pueblos, de diferentes zonas, que comentaba y se cantaban las canciones. Era en la época de los trovadores, sin embargo, en la época actual, el trovador Siloé hizo parada por Alcalá, una ciudad llena de Historia y de historias, declarada ciudad Patrimonio Mundial, y ligada a la literatura de Cervantes.