diciembre 12, 2024

Crónica: B-Side Festival 2018

La celebración de la nueva edición del B-Side Festival, celebrado el pasado Sábado 8 de Septiembre, fue una de las ediciones más difíciles del festival en cuanto a obstáculos se refiere.

Por un lado una climatología difícil que hizo que se suspendieran los conciertos del B-Side de tapas (una lástima, teníamos muchas ganas de ver a Kracauer o Glas en Live, entre otros), y que a lo largo de la jornada del festival tuvieran algún desajuste técnico. Por otro lado un cartel arriesgado que quizás se cobró una baja asistencia en comparación con otros años.

Pero terminada esta edición podemos decir, que quién arriesga no gana, y ha sido una de las mejores ediciones del B-Side Festival en cuanto a música y comodidades se refieren.

Foto por Ramgon.

En primer lugar, el Sábado 8 de Septiembre estuvo todo el día lloviendo, y como hemos dicho antes, los conciertos del B-Side de tapas fueron anulados. La nueva edición del B-Side pintaba fatal. Pero la lluvia dio tregua y los dj sets si que siguieron adelante, y la fiesta comenzó por toda Molina de Segura. Pudimos ver a Glas (en formato dj set) en Celeste Bar, y AngelPop en D’Ronda. Ambientazo para animar un poco el día gris que llevábamos.

La lluvia no tardó mucho en aparecer de nuevo, cosa que hizo que no llegaramos a tiempo a Rufus T.Firefly porque estábamos un poco atrapados en el centro de la ciudad, pero si a L.A.

Foto de Mariano Ríos para Multure.

El grupo liderado por Luis Alberto Segura, supo caldear a base de golpe de guitarra el B-Side Festival, aunque aún con poco público, pero el suficiente. Hizo un repaso a sus grandes temazos como ‘Hands’, ‘Crystal Clear’, ‘Outsider’ o ‘Perfect combination’. De momento la lluvia amenazaba, pero daba tregua.

El siguiente en entrar en el juego, sería Ángel Stanich al que he de reconocer que nunca había visto en directo. Sus letras y su poder hipnótico sobre el escenario enganchan, y fue una grata sorpresa. Entre el público se podían ver bastantes fieles, y más cabezas que en el concierto anterior.

Foto de Mariano Ríos para Multure.

Y por fin llegaba el turno del grupo más esperado de la noche: León Benavente. Es indudable la potencia que tienen sobre el escenario, y cómo Abraham se mueve como pez en el agua sobre el escenario. Es un grupo que en directo mejora, aunque si bien al inicio tuvieron problemas de sonido, suponemos por culpa del desastre de la lluvia de todo el día.

Comenzaron con ‘Tipo D’ y fueron desgranando poco a poco el setlist a base de temazos. ‘Ánimo, Valiente’, ‘ Aún no ha salido el sol’ o ‘Ser Brigada’ merecen una mención especial aparte. Pero en general todo el concierto fue brutal, con un fondo apocalíptico de rayos y centellas que hicieron del concierto algo aún más épico si cabe, aunque la lluvia seguía dando tregua.

Foto por Mariano Ríos para Multure

Tras la ‘tormenta’ de León Benavente, fue el turno del huracán del festival: Belako. Tocaron sin prueba de sonido debido a las lluvias de la mañana, y nos dejaron sin palabras. Posiblemente nos encontremos ante uno de los mejores directos nacionales. Suenan a post-punk fresco, a otra época, a algo grande, pero lo mejor es que suenan a ellos mismos y no necesitan de comparaciones. 

Tienen actitud y hacen lo que se tiene que hacer encima de un escenario. Para nosotros se llevaron la medalla de plata del festival (detrás de León Benavente), aunque eso si, con varios problemas de sonido, que supongo no serían culpa de ellos, sino de el fatídico día. Especial mención a sus temas ‘Maskenfreiheit’ y a ‘Over the edge’ (este último con un mensaje potente en contra de la violencia de género).

Foto por Mariano Ríos para Multure

Ross  tuvieron la mala suerte de tocar en un horario dónde quizás el público había disminuido, aunque quedaron los fans incondicionales. Un concierto para recordar, ya que pocas veces en el B-Side Festival, un grupo local cerraba el propio festival.

Is Tropical Dj Set cerraban la noche. Cómo cierre quizás quedó algo frío, y nos habría gustado más ver a Olugbenga, que no pudo venir por problemas ajenos al festival.

En definitiva, B-Side Festival salió adelante con mucho esfuerzo, y se notó el cariño puesto desde la organización. Una organización que este año si que estuvo impecable, e hizo del festival durante unas horas un lugar perfecto para unos miles de festivaleros. Esto puede ser el principio de un nuevo comienzo para el festival, y esperamos que así sea.

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