Hablar del Surfing the Lérez no es hablar de un festival de música, el Surfing the Lérez es algo más que música, actividades para niños o sonrisas. El Surfing the Lérez es, sin duda, el pistoletazo de salida al verano sociomusical gallego.
Sería lógico comenzar hablando de bandas o conciertos pero en esta crónica la lógica impera poco así que comenzaré hablando por ese momento en el que por primera vez cruzas el río Lérez y te introduces en la riada de camisas hawaianas y sonrisas. En ese momento, tú, que vienes por primera vez al Surfing eres bautizado, eres y serás parte de la familia del Surfing the Lérez. Porque sí, porque el Surfing se vive en familia. Miles de enanos corretean y bailan por todos los lugares del festival ¡¡¡y hasta tienen su propio espacio!!!! Ojo, que ahora muchos diréis «el gallego este no sabe que en otros festivales también hay una zona habilitada para niños», que sí, que sí, pero aquí no hay una zona: ¡tienen su propio escenario! Y no solo con actuaciones y talleres dirigidos especialmente para los más pequeños de la casa, no, tienen sus propios talleres donde esos infantes mucho más pequeños que un bajo terminan sobre el escenario tocando música alguno con más criterio que el del pasito a pasito.
Así, entre camisas de chillones colores, saludos varios, abrazos y fotos llegamos al Escenario Mahou mientras Glitter & Litter aun hacían de las suyas en al otro margen del Lérez. Pasada la una y media, 10 minutos antes de comenzar el concierto de Dois, nuestro objetivo era claro: buscar un lugar sombrío del que cobijarnos del maldito sol (por cierto, si el primo de Rajoy lee esto: me encantaría tener un intercambio de ideas contigo).
Bajo el sol abrasador aparecían sobre el escenario Dois, quienes llegaban al Surfing the Lérez para presentar su primer trabajo «Está Bien«, un trabajo que ha proyectado a la banda viguesa como una de las bandas más interesantes dentro del panorama emergente gallego. Temas pop que poco a poco consiguieron que nos fuésemos animando e incluso los más osados se atreviesen con algún baile mientras el riesgo de combustión crecía.
Tras la actuación de Dois el pavor se adueñaba de nosotros ¿lograríamos cruzar el Lérez y llegar de una sola pieza al Escenario Pontevedra Ao Vivo o nos derretiríamos como un polo en las manos de un niño? Así que armandonos de valor (y cervezas) nos encaminamos hacia el Pontevedra Ao Vivo donde Os Amigos dos Músicos estaban apunto de comenzar su directo.
Decir que Os Amigos dos Músicos es una banda ourensana de reciente formación sería mentir un poquito. Y es que esta banda nace de la unión de músicos experimentados que habían trabajado de manera conjunta en anteriores proyecto por eso cuando nos colocamos ante Os Amigos dos Músicos veamos a Niño y Pistola, a Blood Filloas, a Sonoro Maxín, a Annie Hall o a O Neno Elliot. Músicos experimentados, composiciones que pasean entre el pop y el folk, una delicadeza que… que no logró encajar en el ritmo de conciertos que llevábamos. No hay ningún tipo de duda que Os Amigos dos Músicos son una gran banda pero el pasado sábado no brillaron: sin duda el excesivo calor y la hora no acompañaron a los ourensanos.
Al otro lado del río comenzaban a sonar los londinenses Lucy and the Rats. Abandonábamos entonces el gallego por el inglés y el folk por un power pop la mar de resultón. Posiblemente fue uno de los conciertos menos valorados del Surfing, cosa que personalmente me resulta injusta pero comprensible a la vez: a los británicos les tocó bailar entre Os Amigos dos Músico y uno de los platos fuertes del Surfing the Lérez 2017: The Soul Jacket ¡quienes ya contaban con público en su prueba de sonido! Pero regresemos a Lucy and the Rats: como ya os he comentado el sonido de los londinenses podría catalogarse como power-pop pero sería simplista hacerlo, brochazos de Los Ramones, sonrisas de Blondie… Lucy and the Rats ha sido sin duda uno de los descubrimientos de este Surfing.
Ahora sí, encaminemonos a uno de los platos fuertes de esta edición del Surfing the Lérez: The Soul Jacket. The Soul Jacket son caballo ganador: buenos músicos capaces de animar el día más triste gracias a esas cadencias rhythm & blues que se ven sacudidas por la increíble voz de Toño. Allí, bajo un sol abrasador pero ya con muy buena afluencia de público, pudimos disfrutar de buena parte del «Vol. III«, último trabajo de la banda. Tras The Soul Jacket, con nuestros estómagos clamando ser saciados decidimos visitar la zona de restauración desde la que escuchamos a Diola.
Ya de vuelta en la arena, cuan gladiadores, nos enfrentamos a las coruñesas BALA. Si un servidor fuese el jefe de comunicación tuviese que definir a BALA diría algo como BALA han nacido para hacer ruido, ¡mucho ruido! Energía, potencia y mucha mala leche así es un directo de BALA, un ejemplo de como simplificando las cosas las podemos hacer realmente interesantes. Evidentemente muchos de los allí presentes miraban ojipláticos a Anxela y Violeta sin saber demasiado bien que estaba pasando pero si vamos un paso más allá de la contundente batería y el ritmo endiablado de Anxela sobre el escenario nos daremos cuenta del fondo con el que cuentan los temas de BALA.
Y si algún lugar del Estado nos coge lejos de Coruña, de Pontevedra o de Galicia en general es La Palma, así que en vez de ir todos los caimanes del Surfing ha colonizar la isla hemos decidido traernos a orillas del Lérez a Abel, Sergio y Rober o lo que son lo mismo: Los Vinagres.
Los Vinagres y su rock and roll canalla convertían el Surfing the Lérez en una fiesta. Es realmente interesante ver como los canarios conectan con el público y es que incluso los niños que se encontraban por al Illa das Esculturas se movían al ritmo del trío canario. Sí, Los Vinagres se convertían en el alma de fiesta. Tras ellos Los DelTonos se subían al escenario Pontevedra Ao Vivo y… algo chirriaba, llegábamos muy arriba, con muchas ganas de fiesta y risas, con algún caimán cantando aquello: «me enamoré de tu madre y me jode por tu padre». Así la sobriedad de Los DelTonos chocó contra nuestro frenesí y por ello muchos decidieron socializar.
Este impasse no se rompió con Pájaro y es que muchos de los allí presentes aprovechaban la presencia de los andaluces para merendar y ponerse al día. Personalmente los sevillanos me cautivaron desde el primer momento, sonaba ‘Apocalipsis‘ y un servidor estaba ya a sus pies. Rock de raiz en estado puro y mucha actitud, tanta que poco a poco el público decidió abandonar las barras para colocarse ante Andrés Herrera y los suyos en uno de los mejores conciertos del día.
Y hasta aquí el Surfing the Lérez 2017 para un servidor, eventos sociales me hicieron abandonar la Illa das Esculturas mucho antes de lo que hubiese querido pero constatando un año más que el Surfing the Lérez es la mejor romería musical a la que un aficionado de la música puede acudir. Me gustaría añadir además que el Surfing the Lérez va más allá de ser una simple jornada lúdica, también cuenta con una vertiente solidaria.
Este año desde la organización nos habían invitado a colaborar donando alimentos, especialmente leche, al final de la jornada más de 5200 kilos de alimentos, entre los cuales encontrábamos 4000 litros de leche. Sí, el Surfing the Lérez ha sido, un año más, toda un éxito.