Tenemos claro que publicar un disco en los tiempos que corren es, en sí mismo, un acto de valentía, pero cuando eres una banda perteneciente a esa élite del indie nacional y decides publicar tu nuevo trabajo en tu lengua materna la cual no es la habitual en tus trabajos ese acto de valentía se convierte en una acción revolucionaria.
Sí, es cierto que todos nos habíamos cruzado con la versión en gallego de ‘No Quiero Perderte‘ o incluso habíamos tenido el placer de disfrutar en directo de ‘Marín por Ti (Eu de Marín ausenteime)‘ como pequeña perla incluida en algún que otro set-list. Pero a Eladio y los Seres Queridos no le ha bastado con eso, así que en diciembre del pasado año decidían publicar «Cantares«, un trabajo donde la banda homenajea y actualiza las canciones tradicionales que sonaban en sus casas en la infancia. Así dentro de «Cantares» podremos encontrarnos el revisionado al pop gallego (y en gallego) de los 70 y 80, la modernización de folk más popular e incluso encontraremos un tema realmente especial como ‘Havemos ir a Viana‘ popularizado por la reina del fado: Amalia Rodrigues.
Conocedores del contenido de Cantares y sintiéndose trovadores modernos Eladio y los Seres Queridos decidieron honrar el Día das Letras Galegas, que se celebra el 17 de mayo, con un concierto especial la noche previa. Un concierto en el que la banda, rodeada de amigos, desgranaría este maravilloso «Cantares«.
A las 22.30 horas, y con una estupenda entrada de La Fábrica de Chocolate, sonaban los primeros acordes de ‘Fonte do Araño‘, tema de Emilio Cao grabado en 1977 para posteriormente pasar a ‘Cantiga de Amigo‘. ‘Cantiga de Amigo‘ es posiblemente el tema más antiguo del disco ya que se trata de la adaptación de un tema del grupo folk Fuxan os Ventos que hacían lo propio con una composición medieval firmada por el trovador Xohán de Cangas.
‘Meu Amor é Mariñeiro‘ trajo consigo la primera de las colaboraciones de la noche. Eladio Santos invitaba al escenario a la cantautora Ari Magritte quien acompañaba a la banda aportando al tema una calidez fuera de toda duda. Pero ni esta fue la única vez que pudimos ver a Ari Magritte sobre el escenario ni ella fue el único artista invitado de la noche. Y es que minutos más tarde era Pablo Lesuit quien subía al escenario recién llegado de su viaje iniciático por el cono sur. Ambas bandas compartían sobre el escenario ‘Ella‘, un tema que podremos encontrar en el próximo trabajo de Lesuit.
Es muy complicado señalar EL momento de la noche, posiblemente cada uno de los presentes tenga su propio momento. Algunos se emocionaban mientras sonaba ‘O Meu País‘ de Miro Casabella, los más jóvenes hacían suyo el estribillo de ‘Non Quero Perderte‘ y Eladio se acordaba de su hija antes de interpretar ‘Havemos de ir a Viana‘. Esto sin duda se debe a que el concierto del pasado martes ha sido mucho más que eso, ha sido una comunión entre artista, lengua y país. Una reunión de amigos que se agrupan entorno a un tótem común y lo hacen con respeto y admiración.
En el tramo final del concierto nos encontramos con el Himno del Festival de Cans (que se celebrará la próxima semana), ‘El Tiempo Futuro‘ y ‘Quen Puidera Namorala‘, adaptación del poema homónimo del literato Álvaro Cunqueiro que hizo suyo y musicó Luis Emilio Batallán. Broche de oro para uno de los conciertos más especiales a los que hemos tenido la suerte de asistir en los últimos tiempos, un concierto que ha sido mucho más que música. Ha sido un homenaje a una cultura denostada durante décadas y politizada otras tantas, una cultura que paso a paso está recobrando su lustre y su lugar en la sociedad actual, y es que para avanzar hacia un futuro cabal y adecuado debemos conocer de dónde venimos.