En este mundo cargado de música, de vez en cuando toca escarbar y desentramar la escena para encontrar nombres interesantes. Os voy a ahorrar todo ese trabajo para traeros un pequeño descubrimiento, así, directamente, gracias a esta santa sección bautizada como Sonidos Hipstéricos. Hoy tenemos una interesante apuesta que no es desconocida para esta web; hablamos de Weinf.
Hace cerca de un año se habló en Hipsterian Circus de Weinf, y es que da para hablar. Se trata de un joven de 20 años de Barcelona que destila una música influenciada por nombres clásicos de los 70 como Pink Floyd o Lou Reed. Estas influencias le permiten a Dani Ruiz, quien se esconde detrás de este nombre, hacer con su guitarra temas que bien podrían entrar en un blues vintage de tintes algo oscuros. Su ejecución, totalmente casera y DIY, le añade un toque muy personal el cual hace que el oyente empatice con él.
En 2014 arrancó el proyecto de Weinf tras haber sigo el guitarrista de los Roulotte Roosters. Ese mismo año publicó un primer EP, “Demo”, que marcaría el camino de melodías crudas que culminarían en “Requiem for Myself”, su álbum debut publicado al año siguiente. Un álbum que se creó en condiciones adversas, con el propio músico padeciendo un cáncer por el que temía con su vida y que hacía pronosticar a “Requiem for Myself” como primer y último álbum de su joven carrera.
Por suerte no ha sido así y se encuentra recuperado de aquel asalto con la enfermedad, la misma que fue inspiración de todo este trabajo. Un vistazo a las letras oscuras y a las melodías te hacía comprobar que te encontrabas ante una despedida orquestada por el propio músico, un requiem en toda regla.
Uno encuentra pocos álbumes tan sinceros como el debut de Weinf, y ese fue el primer motivo que hizo que prestara mi atención en la producción de este músico. Para aclarar dudas de si este debut fue flor de un día, este 2016 publicó un EP de tres temas, “Bury Me With My Money”, que deja entrar algo de luz y una mayor potencia en su discografía gracias a los tres temas que componen esta producción. Estas canciones sirven para hacer hambre de un segundo álbum en el que ha apostado en productores, banda, y en un sonido que, creedme, va a sorprender.