Hoy quiero confesar que pertenezco a esa resistencia que existe dentro del mundillo de la música que no piensa que está todo inventado. Y entiendo tener muchos detractores, porque la escena no deja de ser bombardeadas por más y más grupos que juegan a parecerse a sus ídolos llena estadios reutilizando unas fórmulas más que conocidas cuyo objetivo es obtener una notoriedad que les es ajena y, en definitiva, acabar poblando el mundo de una música vacua, de poca trascendencia y corta proyección.
Una ventaja de pertenecer a esta resistencia es que uno aún tiene fe, y me alegra que lleguen las ocasiones en las que me veo altamente recompensado. Esto fue lo que me pasó con Hola Chica. Un encuentro fortuito me llevó a dar con ellos y su ‘Radio Girl’, un single con garra, donde el indie rock algo oscuro con el que se da comienzo al corte transmuta en un estribillo ligero, obra y gracia del cuerpo de sintetizadores del que hace gala. Tiene encanto y tiene esa magia que hizo me interesara por investigar en el sonido de este grupo barcelonés.
Y realmente, aunque este tema se escogiera como primer single de“Magnetism”, este álbum, a nivel global, no está tan poblado del sonido que mejor caracteriza a ese ‘Radio Girl’, más bien encontraremos lo contrario: cortes digitales donde el protagonismo pasa a ser de los sintetizadores que son acompañados por guitarras eléctricas con riffs directos. Hola Chica hace bien citando entre sus influencias a grupos como Air o Tame Impala, ya que lo que subyace bajo las capas de experimentación de este último grupo es lo que han querido recoger Hola Chica. Es más, a los de Kevin Parker le harán un homenaje en ‘For You’, que parece sacada de aquel “Currents” con ese tempo arrastrado y el concepto de balada psicodélica de sintetizadores flotantes y espaciales.
Bañando su sonido con estas influencias, consiguen confeccionar un álbum con un sonido que dista, y mucho, de lo que uno puede encontrar a nivel nacional. ¿Sabéis por qué? Al fin y al cabo esos sintetizadores tienen cierto toque de festividad ochentera y azucarada que tanto se destila en el pop actual, sirva ‘Leave’ como ejemplo de lo que expongo, uno de mis temas favoritos de todo el largo con sus crecidas y su melodía tan efectiva; pero es la ejecución de las melodías lo que diferencia “Magnetism” de otros álbumes. El sonido de lo que más pega tiende a abarcar la mayor superficie posible pecando de superficialidad: melodías pop desnudas apenas ataviadas por un sintetizador resultón. Hola Chica experimenta con estas melodías simples añadiendo ruidos, feedback de guitarra, pedales, psicodelia… Todo dentro de unos límites para que este elepé tenga cierto regusto a esos temas que nos encantan y resultan conocidos mientras introducen al oyente en parajes sonoros nuevos.
Hablando de pecar, otro fallo en la puesta de largo de una banda es el eclecticismo (o al contrario la falta absoluta de él) y lo apresurado del trabajo al intentar demostrar en la duración del mismo todas las facetas posibles del conjunto. Sin embargo, con las melodías de “Magnetism” uno percibe que han sido cocinadas a fuego lento y con las ideas muy claras. ‘Back Home’ nos adentra en el trabajo con un medio tiempo sideral de ritmos marcados, guitarra acústica y sintetizadores en el estribillo que nos deja algo en tensión y hacernos preguntar qué habrá más allá de este primer corte. La respuesta no se hace esperar y viene ‘Heart’, un tema rápido de sintetizadores analógicos que destilan melodías detallistas en los puentes que se graban en la memoria, con un aspecto global que mira de reojo a los Flaming Lips en aquel divertido Yoshimi publicado en 2001.
“Magnetism” es un continuo contraste. Desde el concepto detrás de su lírica acerca del propio magnetismo de las relaciones sentimentales con la atracción-repulsión, hasta las propias melodías que, como mencionaba antes, fluctúan entre la oscuridad del indie rock a lo azucarado de los sintetizadores. Es un álbum que ha forjado el sonido de una banda que ha ido evolucionando y progresando, algo que han querido dejar claro en los temas que lo conforman. Hace un par de años firmaban ‘You Hit’, tema que pertenece a esa mitad de carácter más oscuro, pero aquí la importancia radia en la metamorfosis que ha experimentado desde entonces, habiendo concretando su sonido hasta la pieza que es ahora de riffs de guitarra furiosos y sientes que se elevan, todo bien abrochado por un cierre apoteósico.
Me gustaría dejar constancia que hay temas como que tienen una semilla que está aún por germinar y desarrollarse. Tal vez un cliff-hanger para próximas entregas, tal vez un detalle de lo que podríamos encontrar en directo. Un ejemplo claro es ‘Circle’, un tema concreto con buenos sintetizadores analógicos que pintan melodías que juegan con las tonalidades graves y agudas. Pero es el recurso del vocoder, del que se hace un uso ligero, lo que hace de este corte algo diferente. Ahí encontramos un recurso con alto potencial del que no me queda duda acabarán por explotar.
“Magnetism” es un álbum de subidas y bajadas con temas que son una auténtica montaña rusa que en un directo puede resultar un componente del todo explosivo. La recta final de este álbum termina de confirmar esta hipótesis. ‘Another Way’ empieza tímida con una de mis melodías favoritas por la suavidad con la que cuenta. Hay progresión de acordes y ruidos pasados por pedalera que dota al corte de una atmósfera única. A continuación llega ‘Sold’, que levanta los ánimos con un corte rápido que juega con los claroscuros sintetizador mediante, todo para acabar en ‘Time of Change’, un medio tiempo con una guitarra eléctrica que destila una oscuridad distorsionada muy Arctic Monkeys en su “AM”. Hay elevación, hay progresión, hay cambios de intensidad y ese cierre tan necesario que recoge todos el compendio del álbum en un corte de cinco minutos de duración.
Tal vez pequen de intentar ser demasiados perfeccionistas, de tener unos ritmos muy calculados dejando poco espacio para las improvisaciones; hay momentos en los que un sintetizador esboza un ligero solo, pero aún así son momentos contados y algo cohibidos. Pero es al fin y al cabo la presión del primer álbum y la timidez de dejar algún cabo suelto. Para compensar este exceso de cálcuo, te entregan un álbum que, como ya he dicho antes, no suena a nada de lo que se destila a nivel nacional en el panorama indie pop. Las referencias internacionales están presentes y uno no puede más que darse cuenta de ello y no puedo hacer más que considerarlo algo positivo, un indicio de que estamos rompiendo los moldes que constituían el sonido más clásico de la música pop en nuestro país y que cada vez hay más grupos que apuestan por sonidos más interesantes. Todo sea dicho, lo que es apuesta segura en otro país, en España aún se mira con recelo, por lo que no puedo hacer más que admirar el esfuerzo que ha hecho Hola Chica en confeccionar un álbum de diez canciones de presentación que sea, además de una declaración de intenciones de una banda que está aquí para quedarse, un compendio de temas hechos desde el disfrute personal de unos amigos que hacen música con el objetivo de llegar a la gente. Y, creedme, con este disco es difícil que no te conquisten en algún momento.