diciembre 10, 2024

Sumérgete en el mundo analógico de Fanso

A día de hoy, en una España dominada por la endogamia musical y el tradicionalismo discográfico, el Hip Hop es sin duda el ámbito que más espacio proporciona para la experimentación y la innovación. Esto, por supuesto, no hubiera sido posible diez años atrás, cuando el género se caracterizaba por el monopolio de un único sello en torno al cual giraban los mismos grupos de siempre y, si acaso, un par de discípulos que, a fin de cuentas, sonaban de una manera tan genérica y poco interesante como la de los maestros a los que habían crecido escuchando. Sin embargo, durante el último par de años, fenómenos como la emergencia de Youtube como plataforma musical han terminado por destruir esta poco sana hegemonía de raperos que, en palabras de Yung Beef, “parecen teletubbies”, abriendo así un mundo de posibilidades para una infinidad de pequeños artistas que buscan ahora un nicho en un cada vez más amplio panorama musical. Fanso, nombre del colectivo que nos ocupa hoy, es sin duda un ejemplo perfecto para ilustrar esta nueva situación del Hip Hop español, más concretamente en el ámbito del rap.

Pese a que el grupo en sí no llega a los tres años de vida, la trayectoria de sus integrantes sí que lo hace, como es el caso de Cráneo. El madrileño, que no sólo se encarga de las rimas sino también del igualmente importante ámbito visual de su música, empezaba a hacer sus pinitos allá por 2012, cuando sacó sus primeros temas acompañados de unos vídeos que, aunque un poco verdes, apuntaban ya en una dirección bastante interesante y original. Sin embargo, no sería hasta 2015 que, tras mostrar una progresiva adquisición de identidad en cada nuevo tema durante este tiempo, su proyecto más determinante vería la luz. Bajo el nombre de Fanso (inspirado por el peluche de los Simpsons), Cráneo cofundaba un colectivo junto con Lasser, Bluekid, Made in M y Juan RIOS para lanzar su extraordinaria maqueta “Acid House”.

Lejos de cualquier sonido que se pueda escuchar en la escena nacional, con este proyecto Fanso ponía sobre la mesa una propuesta extraordinariamente original cuyo estilo sólo se puede comparar directamente con el de productores americanos como Knxwledge o Mndsgn. ¿Su secreto? Una evidente fascinación por el sonido analógico y el lo-fi, lo que envuelve el trabajo en un aura de nostalgia vintage, atrapando inevitablemente al oyente desde el primer momento en sus granuladas instrumentales repletas de samples de soul y jazz.

Esta característica no sólo se queda en la música, sino que también describe el ambicioso proyecto visual que acompaña a la maqueta y que, a manera de álbum visual (ojo, adelantándose a Beyoncé), documenta el proceso de creación que tuvo lugar durante diez días en una casa de Guadalajara. Híbrido, con un pie en lo digital y otro en lo analógico, el psicodélico corto es una obra exquisita, altamente recomendable para aquellos que disfruten de un poco de aliño en sus productos:

Tras haber encontrado un sonido muy personal y atractivo, el colectivo parece estar decidido a todo menos a parar lo que parece el inicio de una prometedora carrera apoyada por una creciente base de seguidores. Es aquí donde entra Guayaba Records, sello creado por Bluekid con la intención no sólo de servir de plataforma para Fanso y sus descargamiembros, sino también de reunir a artistas, nacionales e internacionales, con un sonido afín al del colectivo. Era a través de éste que Cráneo y Made in M lanzaban el pasado junio su nuevo trabajo: “Dalsy”.

Disponible también en cassette (¿cómo no?), este último trabajo sigue en gran medida la estética y atmósfera de “Acid House”, demostrando una vez más la fantástica química entre Made in M y Cráneo, una pareja que suena sin duda a combo perfecto. Cráneo vuelve en “Dalsy” a divagar sobre estar tumbado, comer Cheetos y consumir productos psicotrópicos, todo esto con su peculiar estilo de frases arrastradas e inconexas que se enlazan entre sí como pequeños puzles a descifrar. El trabajo, por supuesto, vuelve a encontrar un fuerte refuerzo en su parte visual, contando diez de sus temas con su vídeo correspondiente. Caben destacar aquí las divertidas referencias que Cráneo hace en sus letras a los vídeos de algunas canciones, lo que da una pista de hasta qué punto los dos elementos dependen el uno del otro: “Cambio la escena, ya no me quedaba bien. Plano secuencia igual hubiera funcionao también”.

Pero comentarios biográficos aparte, lo cierto es que hay una razón concreta por la que creo importante hablar aquí de Fanso, y esta es el potencial de renovación que su música tiene para el rap español. El recurso de lo analógico no es, por supuesto, algo completamente nuevo. Estilos como el lo-fi y el DIY han encontrado en esto su principal fortaleza y, desde luego, si algo caracteriza la escena independiente de nuestros días, es la nostalgia y el empeño en un back to basics que pueda traer de vuelta ese sonido casero que sólo un cuatro-pistas de toda la vida puede proporcionar. Sin embargo, también es cierto que este “movimiento” o esfuerzo se ha quedado siempre, por lo general, dentro los dominios del pop y el rock. Es por eso que creo fundamental remarcar el importante rol que Cráneo, Fanso y Guayaba Records podrían llegar a tener en el panorama nacional.

En un momento en el que el Hip Hop parece moverse unidireccionalmente hacia áreas cada vez más cercanas a la electrónica, el R&B y el trap, lo que un día fue la escena underground ahora parece no serlo tanto. Artistas de internet como Kinder Malo, Yung Beef o C.Tangana ascienden a primera división, con los inconvenientes que esto trae, quedándose la “dimensión paralela” vacía y abierta a la experimentación y el liderazgo de nuevos artistas. Una vez el indie deja de ser indie, algo tiene que ocupar su vacío. Pasó con el rock en su día con el resurgimiento de la psicodelia y el lo-fi y podría estar pasando ahora con el rap. Una vez exprimidos los recursos de la producción moderna y los avances tecnológicos, no queda más que ir hacia atrás, reinventar el género.

Fanso, con su música trans-género, su estética noventera y su original propuesta audiovisual, se presenta como la perfecta personificación de una juventud caracterizada por un incipiente sentido de nostalgia que se traduce en una búsqueda de nuevas formas de expresión que aúnen tradición y vanguardia, renovando viejas fórmulas y dándoles la vuelta para que el pasado, transformado, se haga presente. Fanso es pasado. Fanso es futuro. Altamente recomendado.

«Ver en los charcos el cielo, es lo único bueno de ir mirando el suelo» – Cráneo

Mención especial a la entrevista-artículo de Amaya García para Bandcamp, uno de los pocos escritos online en los que se puede encontrar información sobre el colectivo.

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