Uno de los últimos festivales del verano siempre es el B-Side Festival, pequeño evento que hace que cerremos de muy buena manera una gran temporada de festivales. Pero vamos por partes, porque el B-Side Festival se está convirtiendo en algo más que una jornada con unos cuantos grupos.
Para empezar pudimos ver tres conciertos la noche de antes en pleno centro de Molina de Segura (Murcia) para calentar los motores. Era el pre B-Side con Miss Caffeina, Shinova y Embusteros.
A Embusteros desgraciadamente no pudimos llegar a tiempo, pero a Shinova sí, y aunque al principio no nos convencieron demasiado, acabaron dando un concierto bastante sólido y se nota que tienen tablas, les seguiremos la pista, eso seguro.
La plaza estaba a reventar, y al escenario del pre B-Side saltaban ya , para teletransportarnos a Detroit, aunque algunos nos negábamos a ello ya que odiamos un poquito el nuevo álbum de la banda. Pero dieron un gran concierto, y eso no se puede negar, y más cuando sacaron viejas armas como ‘Venimos‘, ‘Capitán‘ o ‘Hielo-T‘ , aunque no lo vamos a negar, bailamos mucho con ‘Mira cómo vuelo‘.
Al día siguiente tendríamos una buena dosis de conciertos y nervios. Nervios porque un servidor (RDCTV Djs) pincharía en el B-Side de tapas junto a Monono y Angelpop. Pero bueno, lo disfrutamos y lo pasamos de lujo, igual que también disfrutamos el conciertazo de Monono y el buen ambiente que había para ser las 15:00. Nos pasamos por otros lugares a ver a Kutxu DJ o a Road Ramos entre otros.
Por ello el título de esta crónica, todas las plazas de Molina de Segura se llenaban de música durante todo el día, sesiones electrónicas, conciertos y un largo etcétera recordándonos un poquito a aquel gran festival que es el Sonorama (ojalá llegue a convertirse en algo parecido). Dónde más podíamos ver la acumulación de público es en el ya tradicional tardeo del Celeste Bar con sesiones de todo tipo, justo antes de que el festival abriera las puertas en el Estadio Sánchez Cánovas.
Y ya llegó, la hora, casi sin descansar pusimos rumbo al B-Side Festival, donde nos esperaría una noche de lo más cargadita para rematar ese día tan intenso. Nuestro primer concierto en ver fue el de Perro, los cuáles nunca habíamos visto y teníamos especial interés, ya que son de la tierra y queríamos saber por qué han triunfado tanto. Es evidente, pocos pueden hacer que unos cuantos indies hagan pogos de esa forma.
Tras unos cuantos temones de la mano de Salvaje y Silvestre mientras montaban el escenario para Fuel Fandango nos posicionábamos para ver uno de los conciertazos de la noche. Nita y Ale saben como hacer que todo el mundo salte, con una combinación de electrónica, rock y flamenco, que muy pocos tienen el privilegio de saber hacer.
Sonaron temazos que involuntariamente nos hacían movernos como ‘Salvaje’, ‘Shiny Soul’, ‘New Life’ o ‘Always Searching‘. Para rematar ver a Nita taconeando encima de una tarima con unas luces apabullantes nos terminó de dejar boquiabiertos.
Tras una sesión tediosa (recalco lo de tediosa) de Daniel Lorca (el componente de Nada Surf) que al parecer estaba en modo Spotify, tocaba el turno de los cabezas de cartel (aunque no para nosotros), Izal.
La gira Copacabana está rompiendo todos los récords y llena allá donde vayan. Pero a un servidor, aunque le encantó el primer concierto de esta gira, tras ver el segundo y el tercero se dio cuenta de que es prácticamente el mismo set, con el mismo discurso de Mikel canción tras canción, cosa que no debería importarme porque el concierto es prácticamente perfecto, pero ya cansa.
Comenzaron con ‘Copacabana‘ y siguieron con el mismo set que en todos los conciertos anteriores de esta gira. Pero siempre se agradece que a este set lleven viejas canciones ya como ‘Magia y efectos especiales‘, ‘La Mujer de Verde‘ o que cierre con nuestro tema favorito del nuevo disco, ‘El Baile‘. Esperamos que para el próximo concierto el setlist haya cambiado aunque sea un poquito.
Les llegaba el turno a Woman Beat que repartían leches a base de temazos en forma de: «¡Eh, no os vayáis que queda mucho!» Pero a al gente esto le daba igual, y habían venido por Izal, una pena.
Tras ellas, Talisco, unos franceses totalmente desconocidos por España, dieron un concierto más que aceptable, aunque con bastante poco público, encontrándose éste con unas cuantas cervezas de más, cosa que ayudaron a conectar al grupo con el público.
Tras ellos llegaba la guinda de la noche, los que para nosotros sí eran los cabezas de cartel del festival, con los que disfrutaríamos como enanos y nos pegaríamos la fiesta como nunca antes: Ojete Calor (vale, dj set, pero qué más da).
Carlos Areces y Aníbal Gómez saben como hacer espectáculo, saben como hacer reír y saben como hacer que nos peguemos la fiesta, todo en uno. Tal que así era que el recinto se volvió a medio llenar a altas horas de la madrugada.
Era la celebración de lo satírico y de lo cómico, una fiesta petarda en toda regla, y o te encanta o lo odias. Y a nosotros nos encantó. No todas las noches se puede bailar con Blur y acto seguido con Mocedades, todo eso con el gran Carlos Areces cantando con un botellín de agua o a Aníbal Gómez haciendo »playback» con el micro de al revés.
No faltó el confetti, las risas y la diversión, convirtiéndose en el mejor cierre hasta el momento del B-Side Festival (vale, a excepción del cierre con 2manydjs y Elyella de hace un par de años).
En definitiva, un festival que si quiere puede, y que debería de invertir más también en las actividades paralelas del pre B-Side y el B-Side de tapas trayendo a grupos punteros que llenen Molina de Segura, y solo así el festival crecerá como ha crecido este año. Nos vemos el año que viene.