El pasado sábado tuve una cita con Foals y Everything Everything. Este encuentro inicialmente se iba a producir en La Riviera pero fue comentarlo sin querer por lo bajito hace meses y en cuestión de unas horas el asunto se nos fue de las manos y se nos empezó a juntar demasiada gente así que decidimos moverlo al Barclaycard Center madrileño (aunque para mi siempre será el Palacio de los Deportes). Pasaron los meses y por fin llegó el momento de tan esperado encuentro donde se volvieron a agotar todas las entradas para asistir al paso de la banda por la capital española.
Los encargados de iniciar tan magnífica velada fueron Everything Everything. Puntuales a su cita, aparecieron sobre el escenario con sus características y coloridas túnicas que les acompañan durante la gira de presentación de su último disco «Get To Heaven». Sus atuendos se convierten en un elemento más de la puesta en escena ya que dependiendo de la iluminación, cambian de color. Centrándonos en su repertorio, y dado que en esta ocasión se trataba de un set más corto, hicieron un repaso rápido por sus éxitos más destacados –‘Kemosabe’, ‘Regret’, ‘Spring/Sun/Winter/Dread’ o ‘No Reptiles’– pero también tuvieron tiempo para centrarse en temas menos conocidos de su último disco como ‘Blast Doors’ o ‘Fortune 500’. Cerraron el concierto con los clasicazos ‘Cough Cough’ y ‘Distant Past’ que hicieron vibrar al Palacio y dejaron muy buen sabor de boca para continuar con la noche. Lo que para muchos empezó como un total desconocimiento, conforme avanzaba el concierto se convertía en comentarios del estilo «¡Cómo molan!«, «¡Qué buenos!«; incluso un amigo llegó a decirme «¡No puedo cerrar la boca, estoy flipando!«.
Así que si sois de los que no los habéis escuchado o no tuvisteis la oportunidad de descubrirlos aquella noche, os interesará saber que tenéis una segunda oportunidad porque se pasarán por la Joy Eslava el próximo 17 de febrero.
El público esperaba ansioso a las estrellas de la noche, era el turno de Foals: una banda que en los últimos meses se ha perfilado como cabeza de cartel en festivales por toda Europa. Al ritmo de ‘Snake Oil’, uno a uno los integrantes de la banda de Oxford subieron al escenario sumándose a la melodía. Los últimos en aparecer fueron su líder Yannis Philippakis y su amigo inseparable: el botellín de Jagger. Aunque predominaron las canciones del último disco «What Went Down» -o los himnos del grupo como ‘My Number’, ‘Spanish Sahara’ o ‘Inhaler’– también hubo tiempo para canciones de su primer disco de estudio. ‘Balloons’ hizo acto de presencia, un tema que como el propio líder comentaba suele quedar fuera de sus directos pero que aquella noche decidieron compartir con todos nosotros.
A lo largo del concierto, también recordaron que hacía unos años estuvieron sobre ese mismo escenario teloneando a Red Hot Chilli Peppers y en esta ocasión, y gracias a sus fieles seguidores, eran ellos el gran nombre de la noche. Como aún nos quedaban fuerzas, cosa de la adrenalina, tomamos un respiro mientras los técnicos terminan de afinar los instrumentos y nos preparamos para la traca final. Las elegidas para cerrar el concierto fueron ‘What Went Down’ y ‘Two Steps, Twice’ en la que el vocalista acabó lanzándose al público y haciendo crowdsurfing para acabar engullido por la gente, lo que viene siendo un baño de masas (literalmente).
En definitiva, fue una de esas noches que merece la pena recordar. Si os quedasteis con ganas, o si queréis repetir, podréis disfrutar de Foals en el BBK Live Festival el próximo verano, hasta el momento es su única fecha confirmada en nuestro país.