(Pregunta).- Tal vez sea porque este un disco más animado que esté causando buena sensación
(Respuesta).- También puede ser porque es un disco más de directo, sí. Estoy de acuerdo. Te sorprende porque «Atlántico» fue un disco que me dio mucho más de lo que me esperaba en ese sentido. No pensé que fuera a tener tan buena acogida. Cuando lo presenté en España tenía mis dudas sobre si iba a cuajar. Sin embargo, aunque costó un poquito es verdad que fue un disco que entró poco a poco al final resultó ser un álbum que acabó por gustar a la gente. Pero ya no sé que pensar. A veces uno piensa que es un disco más bailable, más comercial, y luego resulta que no. Ya no me aventuro a hacer conjeturas en ese sentido.
(P).- ¿Ofreces el mismo tipo de espectáculo en cada lugar donde actúas o vas soltando toques de diferencia?
(R).- Ya estemos un cuarteto, yo solo o diez tíos en el escenario, siempre intento llevar un directo muy vivo donde siento que cambian cosas solamente por el hecho de interpretarlas cada vez de una manera distinta. Pero es verdad que, por ejemplo, a Sevilla y Córdoba fui yo solo y en ese sentido fue muy distinto. Sin embargo a Málaga y a Granada voy con la banda completa, somos siete tocando en un escenario. Van a estar todos los arreglos de «Paramales» y todos esos detallados van a estar en el concierto, y eso es algo que también mola. La gente, no sé, me da la sensación de que viene a escuchar las canciones y ya, a algunos les gustará más un formato que otro pero siento que no es el formato lo más importante. Lo más importante es la comunicación y que la gente escuche canciones que le guste.
(P).- ¿Hay alguna diferencia en tu comunicación con el público estando con banda completa o en solitario?
(R).- Es cierto que cuando toco solo hay más comunicación, creo que tiene algo que ver con la barrera del sonido. Cuando tocas con la banda tienes muchos instrumentos a tu alrededor que suenan más fuerte. Ahí no procede hablar de una manera íntima. Es como si estás en una discoteca, no procede contarle la vida a alguien, me parece que es una conversación más distendida. Sin embargo cuando tocas solo es como tomarse un cafecito con alguien. Creo que son cosas complementarias. Tal vez hablo menos en los eléctricos, pero no creo que haya menos comunicación. En este caso, sería de un tipo más enérgica, más de potencia. Rock en definitiva.
(P).- Si tuvieses que elegir a algún artista nacional para colaborar sería…
(R).- Con Serrat me gustaría mucho.
(P).- Hablando de artistas nacionales, te quería preguntar sobre tu colaboración con Vetusta Morla que se publicó en El País donde interpretabais un medley de ‘Profetas de la Mañana’ y ‘Tierra’, ¿cómo ha sido trabajar con ellos?
(R).- La verdad es que ha sido muy fácil. Nos conocimos hace muchos años, cuando ellos empezaban. Y de hecho ficharon con mi manager y solían ser teloneros cuando actuábamos nosotros. Pero ahora ha cambiado mucho, obviamente (Risas). Ahora son ellos los que tienen un público más amplio y mucho más éxito.
Fue un placer, me sentí muy a gusto. Esto lo grabamos en dos ocasiones, para La SER y para El País. Me sentí como uno más del grupo, como tenemos esa confianza y a nivel de estilos, aunque hay diferencias, si que hay una conexión importante, pues si me gustó mucho.
(P).- ¿Supondría una colaboración con Vetusta Morla o con Iván Ferreiro, con el que te hemos visto en alguna sesión, o eres más bien un artista solitario?
(R).- Soy más de hacer mis cosas porque las llevo haciendo toda la vida y es mi forma de trabajar básica. Pero eso no quita que en ocasiones pueda hacer colaboraciones en las que aprendo mucho y además creo que enriquece. No hay nada más enriquecedor que tocar las canciones de otro porque te pones en otra piel, ves otra forma de escribir letras, otra forma de escribir melodías… De alguna manera te enseña mucho más eso que seguir haciendo tú tus canciones.
(P).- Aquella escapada que hiciste a América Latina me recuerda a la historia de Bon Iver, un periodo en el que un artista se evade para hacer música y vuelve con un material muy interesante, ¿fue este el motivo de tu escapada?
(R).- Tal vez por eso que acabas de decir, una necesidad de buscar nuevos horizontes, no solo a nivel musical, sino también a nivel vital. Yo empecé muy pronto, ahora tengo 38 años pero empecé con 17 grabando mi primer single, con 18 tenía mi primer disco…Y piensa que el viaje lo hice con 32 años y llevaba 15 años haciendo lo mismo: sacar disco, girar por salas… Y simplemente me apetecía tomarme un tiempo como experiencia vital que se entiende podría enriquecer mi música. También con ese handicap de dejar un proyecto que funcionaba de puta madre y que tenía su parte cómoda, pero ahí primó la parte artística y me fui igual. Perdí eso que creo que estoy recuperando ahora de alguna manera. Me valió mucho la pena. El crecer como artista y como persona me dio mucho más riqueza que la que me podría haber dado cualquier otro proyecto musical.
(P).- Viéndolo en retrospectiva y como público, te tengo que decir que el viaje te sentó muy bien…
(R).- (Risas) Sí, con el tiempo sí, aunque al principio fue un poco más complejo. Es verdad que al final se entendió como algo positivo.
(P).- ¿Crees que ahora, musicalmente hablando, estamos sometidos a una deriva musical que nos lleva a escuchar cualquier cosa que no echen sacrificando la calidad de verdaderos artistas?
(R).- Hablando en general, es verdad que todavía no hay un canal para toda esa música que está sonando y que a la gente le gusta pero que no conoce todo el mundo. Hay un montón de grupos que tienen mucha calidad a nivel nacional y sin embargo no siento que llegue a la gente del mismo modo que llegaba la música en los 80 de Alaska, Nacha Pop, Radio Futura… Creo que hay una escena con peso, calidad y profesionalidad importante que no sé si habría en los 80 como te digo, pero sin embargo no tienen el éxito que tenían esas bandas. No sé si se hará justicia en algún momento o seguiremos como siempre.
También es verdad que nos ha tocado vivir ahora una época bastante jodida y no ayuda. Pero es verdad que nunca hubo tanta comunicación ni tanto acceso a la música. Si la gente no lo escucha no será porque no tiene acceso. Aunque tal vez los canales generalistas deberían echar una mano.
(P).- Quería preguntarte por tres versos: “Es hora de navegar en otra dirección”, “Nunca podrás hundir este barco” y “Las mismas caras, los mismos caminos, ahora todo es igual, pero nada es lo mismo”, ¿hablamos de la constante necesidad de cambio e inconformismo de la persona?
(R).- Seguro, estoy de acuerdo y sería meternos en terrenos psicoanalíticos. Es difícil saber a qué responde exactamente eso. Es verdad que claramente me siento con mis letras y me siento como con un espejo. Sí me veo muy huidizo, siempre buscando un cambio, un nuevo camino, como si de alguna manera buscase un lugar que nunca tuve o que anhelo. Pero al mismo tiempo, en los ejemplos que pusiste, el primero justamente habla de la situación política actual. El segundo habla sobre el poder de la música, de cómo puede salvar. Volvemos al tema de antes que te decía de ‘Yo Sólo Quería Que Me Llevaras a Bailar’. Y luego, la última que dices es la sensación de volver de un viaje que supone una gran experiencia, ya sea algo puntual que hagas a la India, a Copenhague o a Canadá, siempre va a hacer que vuelvas diferente. Tu ciudad y tu gente sigue en el mismo lugar, pero tu mirada ve diferente. Habla de eso. A pesar de la idea que mencionabas, en cada verso hay un mundo detrás, una historia.
(P).- Voy a aprovechar lo que decías del primer verso ya que no había visto esa relación con la política, para preguntarte qué te parece lo que estamos viviendo ahora.
(R).- (Risas) Siento que siempre que hablo de esto digo obviedades, aunque claro, son obviedades para mí, para otro a lo mejor son burradas. Siento que es la primera vez que mi idea de cambio que arrastro desde la infancia tiene relación con una idea de cambio de carácter generalista. Siento que España necesita cambios, y cambios urgentes. Y se están dando por suerte. Yo me encontré cuando volví hace dos años de Argentina una España mucho más viva, más crítica, más política, y es algo que creo que nos faltaba. Por suerte, las generaciones más jóvenes están muchos más concienciadas en ese sentido, tal vez por la época en las que nos ha tocado vivir, que despierta conciencias. Es inevitable. A la gente no le queda otra que coger el toro por los cuernos. Podría haberse quedado la gente callada y haber seguido por la vía fácil. Lo que hablábamos antes de la época de Deluxe y el cambio o no el cambio.
Os recordamos que esta entrevista consta de una primera parte de la que podéis disfrutar haciendo clic aquí