Por fin ha vuelto Orange is the new Black a nuestras vidas. Un año llevamos queriendo volver a escuchar la sintonía You’ve got Time de Regina Spektor. Y por fin, el 12 de Junio se decidieron a volver por cortesía de Netflix.
En la anterior temporada nos quedamos muy felices al saber que a veces la justicia kármica hace su aparición. Cosa que no siempre les sucede a las reclusas del penitenciario de Litchfield. El motivo es muy sencillo de explicar: El fin de la dictadura de Vee Parker. Todos creíamos que se saldría con la suya, escapando de Litchfield. Pero la justicia divina representada primero por Lorna Morello ya que deja a Miss Rosa Cisneros – reclusa a la que padece un cáncer terminal y le quedan pocas semanas de vida – escapar con la furgoneta de la prisión, para que las paredes y moradoras de Litchfield no sea lo último que vea. En su huida Miss Rosa ve a Vee andando por el arcén y como alguien que no tiene nada que perder, decide tomarse la justicia por su mano y acabar con la vida de Parker. Ese momento, recordó mucho al dicho popular «para lo que me queda en el convento me cago dentro».
https://www.youtube.com/watch?v=L118MPZHog8
Otra reina que también cae es Natalie Figueroa, la subdirectora de la prisión, que desde el principio de la serie se ha dedicado a malversar los fondos de Litchfield para su propio beneficio. Joe Caputo – el segundo en mando después de Figueroa- consigue gracias a Piper Chapman, poder destapar todos los trapos sucios de su jefa y conseguir substituirla en el puesto. Y ¡Vaya caída! La manera en que Caputo le hace probar a Figueroa de su «propia medicina», no dejó a nadie indiferente. Vamos que si no te quedas flipando plastidecor es que tienes horchata en las venas.
https://www.youtube.com/watch?v=-jz74XV3duM
Quienes nos dejan con el alma en vilo al final de la segunda temporada son Daya Díaz y Alex Vuase. La primera porque no parece que vaya a arreglar las cosas con Bennett – el padre de su futuro bebé-. Y la segunda porque, a pesar de haber conseguido salir de prisión, el traficante que contribuyó a que la metieran en Litchfield, también ha salido libre y la tiene vigilada. Después de hablar con ella, Piper decide avisar anónimamente al agente de libertad condicional de Alex para que le haga una visita y comprobar que está bien. Pero cuando éste entra en el piso de ella, la encuentra portando un arma, con lo cual, no le queda otra que arrestarla y devolverla a Litchfield. En ese momento una piensa «Y parecía tonta la Chapman».
La tercera temporada empieza con el capítulo Mother’s Day, como el propio nombre indica en Litchfield también se celebra el día de la madre y organizan actividades para los hijos de las reclusas. Mientras todo el mundo está de celebración, Chapman consuela a Alex por su reciente encarcelamiento y todas las emociones que ello conlleva. Está claro que la historia de estas dos muchachas es más larga que La Historia interminable. Aquí os dejamos el trailer que ya ronda por internet para ver si os motiváis a verla.
Nada más empezar la tercera temporada nos han contado los orígenes de Bennett, Pensatucky y Nicky. Piper y Álex están peleadas porque Chapman le reveló a su amada el motivo por el cual está de vuelta en Litchfield. Daya está con la duda de si permitir o no que la madre de Méndez adopte a su bebé. Y Caputo anda muy preocupado porque gracias a las malas artes de Figueroa -su predecesora en el cargo- es muy probable que cierren el centro penitenciario.
No sé si a vosotros os ha pasado, pero Piper cada vez me cae peor. Antes era un poco irritante, pero te podía dar cierta pena. Ahora con tanto quejido, paranoia y deseos de grandeza provocados por su creciente negocio de “ venta de bragas de presas por Internet para pervertidos”. Por suerte los guionistas han sido listos y nos han ido proporcionando flashbacks sobre las historias de diferentes reclusas, que nos han permitido entender por qué la vida les ha llevado al encarcelamiento. Aquí os presentamos a Ruby Rose, la nueva amante «bandida» que se inmiscuye en la relación entre Piper y Vausse
También se han planteado debates interesantes sobre temas de: religión, prejuicios, orientaciones sexuales, raza, maternidad, doble moral, corrupción, drogas, violación etc. Además lo hacen de una manera dónde nada es blanco o negro, sino mostrando un matiz infinito de grises.
Los ejemplos que más han llamado la atención son:
1. Principios y Orientación sexual: Cuando Boo descubre que Pensatucky está consiguiendo ahorros para cuando salga de prisión a través de las donaciones de organizaciones cristianas. Boo lo ve como una oportunidad para lucrarse, aún sabiendo que debe aparentar ser una lesbiana que busca la redención por su orientación sexual.
La escena culmen es cuando ella se está entrevistando con uno de los representantes de esta organización. Al principio crees que será capaz de hacerlo, pero cuando recuerda que sus padres nunca la aceptaron, ni siquiera cuando su madre se estaba muriendo, algo en su interior se rebela y deja al hombre congelado y con la boca abierta en su silla. No me levante a aplaudir de milagro.
2. La maternidad: En el caso de Daya, la vimos desde la temporada anterior debatiendo cual sería el mejor futuro para su bebé. La primera opción era dejar que Cesar, el novio de su madre, cuide a la criatura hasta que Daya salga de la cárcel y la segunda era que la madre de Méndez adoptara al bebé dándole todas las comodidades que el clan Díaz difícilmente podría darle.
Durante toda la temporada vemos los tira y afloja de Aleida y Daya, incluso en forma de flashback. La vista hacia el pasado nos permite ver que Aleida, aunque dista mucho de ser la madre perfecta, realmente quiere a su hija. Tanto es así que cuando su hija da a luz, decide hacer creer a la madre de Méndez que el bebé ha muerto y que en vez de una niña, era un niño.
3. Corrupción: Caputo asciende al poder, pero la mala gestión de Figueroa hace que Litchfield peligre y se vean obligados a recurrir a una empresa privada que sólo piensa en los beneficios, cuando deberían preocuparse de proporcionar unas condiciones mínimas de vida para las reclusas. Para controlar la prisión la empresa contrata a Danny, el hijo del jefe, que sólo al final de temporada muestra algo de hombría cuando decide mandar a su padre y a Litchfield a tomar viento.
4. Drogas: Con los flashbacks de Nicky, comprendemos por qué no puede estar cerca de estupefacientes, aunque su intención sea la de venderlos al mejor postor. Todo termina dejenerando y ella acaba en la prisión de máxima seguridad. Luego tenemos a Poussey que parece haberle pillado afición a una especie de agua ardiente que guarda en el techo de la biblioteca, por suerte se dice, se comenta que Tasty es quien le esconde sus reservas para que no eche su vida a perder. El otro momento culmen es cuando SoSo deprimida hasta más no poder, termina por pedirle a Healey que le recete antidepresivos, con los cuales intenta suicidarse, pero por suerte Poussey y compañía la salvan de tan cruel destino.
5. Sexualidad: Sophia es atacada por algunas de sus compañeras reclusas que no aceptan su condición de transexual. En vez de ayudarla como es debido, la empresa privada decide que lo mejor para ella es confinarla en el sector de aislamiento de manera preventiva, sin saber cuando la sacarán de allí. Caputo y Danny intentan mejorar la situación, pero lo único que se consigue es que este último decida abandonar su puesto de trabajo, lo cual hace que Caputo consiga un nuevo ascenso que provoca el descontento general entre los trabajadores.
6. Religión: De Norma descubrimos que en el pasado perteneció a una secta hippy que seguía los preceptos de un hombre loco, que ella acabó matando años después. En la actualidad, en Litchfield Norma cree tener poderes que hacen que las reclusas se sientan bien. La palabra se difunde, por consiguiente se crea un grupo que la sigue y va creando las reglas de esta nueva Religión sobre la marcha bajo la voz cantante de Lianne, que cree estar hablando por Norma. Lo cual hace que SoSo sea repudiada y esta decida intentar suicidarse. Y este nuevo culto degenera tanto que las normistas creen que el rostro de su guía espiritual se aparece en una tostada.
7. Literatura: Crazy Eyes saca su vena creativa en las clases de improvisación teatral. En teoría la misión de la actividad era para dar apoyo psicológico a las reclusas, pero Crazy Eyes se pone a escribir como una loca una historia de amor entre humanos y aliens, que provoca el fanatismo en algunas de sus compañeras. Al principio Crazy Eyes se siente alagada, pero ante la urgencia de sus fans por saber más, esta termina agobiada y sin ganas de escribir más. Yo no la he leído, pero en Litchfield se dice/se comenta que le da cien mil vueltas a 50 Sombras de Grey.
8. Raza: Gracias a la llegada de Lolly -colega de prisión de Piper en Chicago- nuestras Afroladies se dan cuenta de que existe el menú Kosher que es mucho más rico que el menú normal. Cuando Caputo se da cuenta de que reclusas no-judías se están beneficiando a su costa, decide tomar medidas sobre el asunto, haciendo que un Rabino entreviste a toda aquella que ha pedido el menú Kosher. Todo el conflicto hace que Black Cindy se replantee sus creencias y después de su última entrevista con el Rabino demuestra que sus deseos de conversión al judaísmo son sinceros.
El final de temporada deja a los seguidores de la serie y a sus protagonistas con buen sabor de boca, ya que mientras los de mantenimiento se disponían a poner rejas nuevas, las reclusas vieron la gran oportunidad de sentirse libres por un rato y bañarse en el lago.
Veremos a ver que nos depara Litchfield en la cuarta temporada, porque no sé si lo sabíais pero queda confirmado su regreso para el año que viene. Mi única petición es que Piper no sea tan cargante, a ver si me hacen caso los de Netflix, aunque no las tengo todas conmigo.