Massive Attack, los pioneros del trip-hop bristoliano, anuncian un concierto en Brasil que trasciende el escenario para convertirse en un acto de resistencia. El 13 de noviembre, en la arena Espaco Unimed de São Paulo, la banda encabezará un evento único junto a Cavalera, el proyecto de Max e Iggor Cavalera de Sepultura, quien interpretarán íntegro «Chaos A.D.«. Programado para coincidir con la COP30, la Cumbre Internacional sobre Cambio Climático en Belém, este show no es solo una noche de música; es una plataforma para los pueblos indígenas de la Amazonia, un eco que amplifica sus voces en un mundo que a menudo las silencia.
Massive Attack, con su historia de activismo climático desde los años 90, ha diseñado este concierto en colaboración con el G9 (organizaciones indígenas de nueve países amazónicos), la Coordinación de Organizaciones Indígenas de la Amazonia Brasileña y la Articulación de Pueblos Indígenas de Brasil. El objetivo es claro: apoyar la lucha por la justicia climática y la protección inmediata de tierras indígenas, amenazadas por la deforestación que devora un campo de fútbol por minuto. Representantes indígenas estarán presentes en el evento, y las bandas trabajarán en Brasil para elevar sus demandas en las salas de negociación de la COP30. Robert “3D” Del Naja lo resume así: “Esto va más allá de pasar el micrófono; es escuchar el conocimiento, la autoridad moral y la sabiduría de las alianzas indígenas para que sean oídas en COP30”. Cavalera añade: “En tiempos de polarización, nos honramos en unirnos a Massive Attack y los Pueblos Indígenas para tejer una narrativa de positividad y cambio”.
El concierto llega en un momento crítico. La Amazonia pierde biodiversidad a un ritmo alarmante, y los pueblos indígenas, guardianes de prácticas sostenibles, enfrentan amenazas sistemáticas. Estudios del World Resources Institute muestran que proteger sus tierras es una de las estrategias más efectivas contra la deforestación, pero la polarización global complica su voz. Massive Attack, con su historial de shows eco-neutrales como el Act 1.5 en Bristol, que redujo emisiones en un 98%, extiende su compromiso a esta causa, uniendo su sonido oscuro y pulsátil con la urgencia de «Chaos A.D.«, el disco que Sepultura grabó en la selva brasileña.
Sin embargo, la incertidumbre persiste: ¿podrá un concierto en São Paulo, con miles de asistentes, influir en las cumbres de Belém, o será un eco simbólico en un mar de promesas vacías? La respuesta se sabrá en noviembre, cuando las notas de Massive Attack se fundan con el clamor indígena, un pulso que podría redefinir cómo la música amplifica las voces silenciadas.