Este domingo, 14 de septiembre, el centro comercial A Laxe en Vigo volverá a encender su terraza con la segunda edición de Klubers The Brunch, un evento que mezcla música, gastronomía y sol en una jornada diurna que desafía las noches tradicionales. Tras el éxito de su debut a mediados de julio, la promotora Klubers, liderada por el DJ Mario Vice, regresa con una cita que promete estirar los últimos suspiros del verano desde las 14:00 hasta las 23:00, ofreciendo nueve horas de ritmos ininterrumpidos. Con un pronóstico de sol, cielos despejados y unos agradables 22ºC, este rooftop de más de 800 metros cuadrados (con vistas privilegiadas a la Ría de Vigo y las Islas Cíes)se transformará en un club al aire libre, cubierto parcialmente por una red de camuflaje que añade un toque distintivo.

Organizado por Klubers, un nombre consolidado en la escena electrónica local, este brunch electrónico retoma el formato que conquistó a Vigo en julio, atrayendo a un público diverso y familiar. Mario Vice, el alma detrás del proyecto, ha impulsado esta segunda entrega tras una primera experiencia que superó expectativas, con una atmósfera “eléctrica” que unió generaciones entre los 14 y los 45 años. Su visión mezcla house con un ambiente relajado, un equilibrio que busca replicar con un cartel que brilla por su diversidad y talento. La estrella indiscutible es Claudia León, la DJ hispano-cubana que está redefiniendo el Afro House con sesiones que han conquistado Madrid y, este verano, Ibiza, donde lidera una fiesta semanal en Cova Santa bajo su sello MOOTS. Junto a ella, Vice se rodea de pesos locales como Dani Villa, Emanei, Saúl, Neho y David Vidal, un equipo que promete mantener el pulso desde el mediodía hasta la noche.
Pero Klubers The Brunch no se limita a los DJs. El evento eleva la experiencia con coctelería acrobática que deslumbra los sentidos, food trucks gourmet que alimentan el cuerpo y actuaciones en vivo que lo llenan de alma. Cheky aportará percusión en directo, mientras que La Mouche tejerá melodías con su violín, acompañados por animación itinerante y voces que flotan entre la multitud. La terraza, decorada con sombrillas blancas, zonas chill-out y un aire orgánico tropical, invita a un día de baile y conexión, un espacio cuidado al detalle que contrasta con la frialdad de los festivales masivos. Vice destaca la acogida del debut (“muchísima gente, diversas generaciones”) y espera entre 500 y 1.000 asistentes, un número que podría poner a prueba la capacidad del lugar, aunque su promesa de un ambiente “alegre y familiar” sugiere una curaduría que prioriza la experiencia sobre la masificación.
Este domingo, la terraza de A Laxe latirá con un ritmo que invita a bailar, aunque su eco a largo plazo sigue siendo un misterio por resolver.

