Hotline TNT, la banda de rock neoyorquina liderada por Will Anderson, se unió a Deerhoof y King Gizzard & The Lizard Wizard al retirar su música de Spotify, alimentando un éxodo que sacude los cimientos de la empresa sueca. Con un comunicado que subraya que la plataforma “no alinea sus valores en absoluto”, Anderson ha encendido un debate sobre ética y poder en la industria musical. ¿Qué impulsa a Hotline TNT a dar este paso, y por qué esta tendencia crece entre artistas dispuestos a sacrificar alcance por principios?
Hotline TNT, conocida por su propuesta noise pop introspectivo en discos como «Cartwheel«, justificó su salida con un rechazo a la dirección de Spotify, liderada por su CEO Daniel Ek. La banda señala que la plataforma, que se autoproclama guardiana de la música grabada, ha perdido credibilidad, especialmente por las inversiones de Ek en tecnología militar a través de su fondo Prima Materia. Este fondo ha respaldado desde 2021 a Helsing, una empresa alemana que desarrolla drones y software de inteligencia artificial para uso militar, con una inyección reciente de más de 600 millones de euros. Para Anderson, esto representa un choque irreconciliable con los ideales de su banda, abogando por “un mundo más justo” fuera del streaming dominante.
Esta decisión no llega en solitario. Deerhoof y King Gizzard & The Lizard Wizard ya habían tomado caminos similares, citando las mismas preocupaciones éticas. Deerhoof, en junio, llamó a Spotify un “esquema de minería de datos” y rechazó que su música se vincule a tecnología bélica, mientras King Gizzard, en julio, lanzó un demo exclusivo en Bandcamp con un contundente “fuck Spotify”. Ambos apuntan a Ek y su rol como chairman de Helsing, cuya tecnología podría usarse en conflictos armados, una línea que artistas ven como un paso más allá de las críticas habituales por bajas regalías. La tendencia refleja un hartazgo acumulado: desde Neil Young en 2022 por desinformación sobre COVID, hasta Godspeed You! Black Emperor, que en agosto eliminó su música de todas las plataformas, el rechazo crece.
La retirada de Hotline TNT, con un catálogo pequeño pero fiel, amplifica esta marea. Su acción, tras otros como Xiu Xiu, sugiere una coalición implícita de bandas indie que priorizan la integridad sobre la comodidad del streaming. Sin embargo, la pregunta persiste: ¿pueden estas salidas presionar a Spotify o solo limitar su alcance a fans? Este éxodo indie podría forzar un cambio hacia plataformas alternativas como Bandcamp, aunque el impacto real dependerá de si más artistas se suman o si el público sigue la corriente.
Hotline TNT no solo retira su música; desafía un sistema. Este movimiento, enraizado en ética y resistencia, podría redefinir cómo escuchamos, aunque el silencio que deja en Spotify sea un grito que aún busca eco.