octubre 9, 2025

Belle and Sebastian regresan a los susurros de 1996

Belle and Sebastian, los guardianes del pop chamber escocés, anunciaron una gira para celebrar los 30 años de sus álbumes seminales «Tigermilk» y «If You’re Feeling Sinister«, tocándolos íntegramente en vivo durante una serie de conciertos en Norteamérica y Europa en 2026. La noticia, compartida en su sitio web y X con un arte que evoca sus portadas originales, incluye fechas en ciudades como Nueva York, Chicago, Londres y Glasgow, donde la banda liderada por Stuart Murdoch revivirá estos discos que definieron el indie de los 90 con su delicadeza melancólica y narrativas cotidianas. Esta gira no es un ejercicio nostálgico puro, sino un puente que conecta la fragilidad de ayer con la incertidumbre de hoy, recordando que el pop puede ser un bálsamo sutil en un mundo ruidoso.

Belle and Sebastian surgieron en Glasgow en 1996, cuando Murdoch, estudiante de música, reunió a un grupo de siete para grabar «Tigermilk» como proyecto universitario para Stow College. Limitado a 1.000 vinilos iniciales, el álbum, con temas como ‘The State I Am In‘ y ‘I Don’t Love Anyone‘, destiló un folk-pop lo-fi con letras que exploran el amor juvenil y la soledad, influenciado por Felt y The Smiths. Ese mismo año, «If You’re Feeling Sinister«, firmado con Jeepster Records, elevó su sonido con arreglos más ricos en ‘Stars of Track and Field‘ y ‘The Boy Done Wrong Again‘, alcanzando el estatus de culto por su intimidad y humor irónico. La banda, que ha evolucionado con álbumes como «The Boy with the Arab Strap» y «Girls in Peacetime Want to Dance«, ha vendido millones y ganado un Brit Award, manteniendo un ethos DIY que rechaza el mainstream.

La gira, que arranca en enero de 2026 en Atlanta y culmina en julio en Glasgow, promete interpretaciones fieles de los álbumes, aunque con la madurez de sus 29 años de carrera ¿Mantendrán la frescura o será solo nostalgia? Esta polaridad refleja el desafío: revivir discos icónicos sin caer en la repetición. Su legado, con letras que capturan la vulnerabilidad cotidiana, resuena en un panorama donde el indie busca autenticidad frente al urbano. Sin embargo, la incertidumbre acecha: ¿podrá la gira capturar el espíritu de 1996 o se diluirá en el circuito festivalero?

Belle and Sebastian no regresan; persisten. Esta gira es un susurro que evoca un tiempo donde el pop era un secreto compartido, un bálsamo para almas inquietas en un mundo que grita.

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