Alberto Montero nos invita a adentrarnos en los laberintos de su mente con su nuevo álbum, «Ciudad Dormida«. Un disco que, lejos de ser una mera colección de canciones, es un viaje introspectivo a través de las emociones, los miedos y las esperanzas del cantautor valenciano.
Montero, en esta ocasión, ha optado por un sonido más íntimo y cercano, volviendo a sus raíces del folk de autor. Las guitarras acústicas se entrelazan con melodías melancólicas, creando una atmósfera envolvente que invita a la reflexión. Cada canción es una pincelada en el lienzo de su alma, un fragmento de un puzle que, al final, conforma una imagen completa de su universo interior.
«Ciudad Dormida» es un álbum que habla de la creación artística, de la búsqueda de la inspiración y de la lucha contra la duda. Montero nos confiesa sus miedos, sus inseguridades y sus anhelos más profundos. Canciones como ‘La posibilidad‘ y ‘Castillos en el aire‘ nos muestran a un artista en constante búsqueda de sí mismo, cuestionándose su propio talento y su lugar en el mundo.
Pero «Ciudad Dormida» no es solo un disco sobre la creación artística, sino también sobre la vida misma. Montero reflexiona sobre el paso del tiempo, la importancia de las relaciones humanas y la belleza de la naturaleza. Canciones como ‘Otro amanecer‘ y ‘Nube violeta‘ nos invitan a apreciar la vida en su máxima expresión, a encontrar la belleza en las pequeñas cosas.
La producción del disco es impecable, con arreglos sencillos pero efectivos que ponen de manifiesto la belleza de las canciones. La voz de Montero, cálida y emotiva, envuelve al oyente en una atmósfera de intimidad y complicidad.
«Ciudad Dormida» es un álbum valiente y honesto, que nos muestra a un Alberto Montero en estado puro. Un disco que nos invita a conectar con nuestras propias emociones y a reflexionar sobre nuestra existencia.