enero 23, 2025

David Suárez: «Lo que voy a decir van a ser cosas horribles»

Una de las cosas que nos permiten conocer las polémicas es saber ante quien nos sentamos. Cuando lo haces frente a un tipo como David Suárez sabes que te estás colocando frente a alguien que posiblemente, en algún momento, dirá algo que suene hiriente o que esté, socialmente, fuera de lugar. Es el riesgo que se corre.

La otra cara de la moneda es que David se juega ganarse un bofetón porque, para qué negarlo, tiene cara para encajarlo.

Así que armado de arrojo y con un alto grado de imprudencia decidí sentarme ante David Suárez y preguntar al enfant terrible de la comedia estatal.

Pregunta – Oye David ¿Cómo estás?

Respuesta – Pues me acabo de tomar un café y acabo de cagar así que estoy genial. Muchísimas
gracias ¿cómo estás tú?

P. – Pues bastante bien, no me puedo quejar. Pero vayamos con la entrevista y dejemos nuestro transito intestinal para un momento más íntimo. Tú eres cómico, haces stand-up pero desde un estilo totalmente diferente al que veíamos por la tele cuando éramos pequeños y Emilio Aragón presentaba El Club de la Comedia ¿Cómo definirías entonces tu humor?

R. – Mi humor es una granada de mano de la risa. Una mina antipersona de carcajadas. Un cóctel molotov de… ¿Os imagináis que contesto esto? Pues mira, no sé. Supongo que cuento chistes a mucha velocidad para que nadie se dé cuenta de que son malos. Y se da la casualidad de que hablo de cosas de las que, por pudor, no se suele hablar, porque son precisamente la que me interesan.

P. – Supongo que estarás un poco harto de la dichosa pregunta de “¿dónde están los límites del humor?” así que me gustaría plantearte ¿el humor tiene que remover o incomodar?

R. – Yo creo que no es necesario. Hay mucho humor que me gusta mucho que ni incomoda ni remueve.

Lo que sí es cierto es que a mí el humor que me interesa, generalmente, es el que pone al espectador frente a temas o perspectivas incómodas, o que son más o menos tabú. Esa es una de las funciones más interesantes de la comedia, servir de contexto para hablar de cosas que están supuestamente prohibidas.

No es la única función de la comedia, pero es la que a mi me gusta consumir y a la que me dedico.

P. – ¿Qué sientes entonces cuando esos actores/actrices/modelos o cantantes de capa caída comienzan a hacer monólogos, habitualmente escritos por otros? ¿No se equipara en esos momentos la comedia con un reality en el que caras conocidas van a bailar o cocinar?

R. – Es exactamente eso. A mi no me interesa especialmente, y seguramente la mayoría de las veces me resulte tan incómodo de ver como a cualquiera. Pero tampoco me molesta. A veces me pongo en la piel del cómico o guionista profesional que le ha escrito ese guion hecho a medida al famoso, y puedo llegar a disfrutarlo desde esa perspectiva.

P. – ¿Nunca te ha llegado una oferta de Supervivientes, Mira Quién Canta o algo por el estilo?

R. – No. Para que luego digan que estar cancelado solo trae cosas negativas.

P. – Si por algo eres conocido, además de por tus hirientes one-liners, es por tus polémicas se puede decir que incluso más por ellas que por otra cosa. Oscar Wilde escribía “Hay solamente una cosa en el mundo peor que hablen de ti, y es que no hablen de ti” ¿Crees que el efecto Streisand ha jugado a tu favor?

R. – Totalmente. Mis polémicas no han sido intencionadas, pero a largo plazo me han traído más cosas buenas que malas. Me han puesto en el mapa para mucha gente, y me han permitido no tener que volver a explicarme nunca más.

Ahora todo el mundo que me conoce sabe lo que hago, y saben que esperar. Si alguien me contrata para un show o una sección en su programa, saben a quién están contratando. Y lo mismo si alguien viene a alguno de mis shows. No tengo que explicar lo que hago porque, si estás allí, es porque sabes lo que voy a decir. Y lo que voy a decir van a ser cosas horribles.

P. – Sin salirnos del tema. Tú has estado acusado por un delito de odio, Valtònyc exiliado, Pablo Hansél en prisión… ¿No os lo están poniendo demasiado fácil para hacer el chascarrillo? Ya sin risas ¿No se nos está quedando un estado demasiado en blanco y negro?

R. – Creo que la corrección política ha bajado bastante últimamente. O al menos está comenzando a destensarse todo bastante. Ya no hay tantas ganas de juzgarnos los unos a los otros, porque hemos comprendido que esa caza de brujas era agotadora. Lo woke está empezando a oler a sobaco. Y era lo esperable, porque todo esto es pendular. Ahora vendrá una época en la que se podrán decir más cosas. Y seguramente sea menos divertido para hacer chistes.

Pero para mí lo importante es que por fin hemos entendido que hacer chistes presuntamente machistas, capacitistas, o homófobos, no te convierte en alguien machista, capacitista, u homófobo. Tener comportamientos que sí lo son, sí lo hace. Y eso es lo único que importa.

P. – Hace no mucho hacías un roast a los luchadores de la velada organizada por Jordi Wild. En ciertos momentos paseabas entre el público y realizabas pequeñas entrevistas, hubo un par de mirada que definiría como “inquietantes” ¿Cuántas veces te has sentido al borde del bofetón?

R. – La verdad es que no tantas veces. He tenido siempre mucha suerte creo. La gente piensa en la polémica del chiste del down, pero he dicho muchas otras cosas horribles y casi nunca ha habido consecuencias. Tengo una flor en el culo.

P. – Sé que estás probando nuevo material y todos esperamos que ofendas a cantidad de colectivos aunque sabemos que poco a poco comienzan a escasear aquellos con los que no te hayas enfrentado. Teniendo a tanta gente en contra y siguiendo el camino más lógico ¿nunca has pensado en dar el salto a la política?

R. – Hostia no. Soy un hijo de puta, pero no tanto.

Actualmente David Suárez se encuentra girando con su espectáculo La Misma Mierda (Por Última Vez) con paradas en Valencia (22/04), Gijón (28/04), Pontevedra (29/04), Albacete (19/05)… podréis encontrar todas sus fechas y el link a la taquilla en la web del propio cómico.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *