La jornada del viernes había sido lo bastante intensa para dejarnos bastante cansados, pero aún nos quedaban 24 horas de música y no importaba el dolor de piernas. Bebida energética en mano y rumbo al primer concierto que veríamos el sábado: La M.O.D.A.
El sexteto, que se subió al escenario WARM bien temprano, ha crecido de una manera impresionante en los últimos dos años, ya sea en repertorio o en conjunto. Tras haberlos visto en sala o en festivales donde al principio no eran tan conocidos, he de decir que fue bastante emocionante. Actitud, unión encima del escenario, y dejarse la piel hasta el último minuto: así definiría a La Maravillosa Orquesta del Alcohol.
Lograron congregar a las siete de la tarde a miles de personas coreando cada uno de sus temas: »1932«, »Héroes del sábado«, ‘‘Vasos vacíos«, »PRMVR», »Hay un fuego» (con esta David bajó del escenario para cantar con todos los presentes) o »Quién nos va a salvar» entre otras. En definitiva, un gran arranque de jornada con el que reanimar a los muertos.
Tras La M.O.D.A aprovechamos para descansar algo y comer, y rumbo al cabeza del día: Noel Gallagher’s High Flying Birds.
Si por cada camiseta de Oasis que había en la Fica fuéramos a la barra a pedir un chupito, aquí un servidor habría acabado bastante perjudicado. Eso es así, la presencia de Noel Gallagher en el cartel atrajo a miles de fans de la mítica. Un concierto clásico, como los de Noel, sin más florituras: »Talk tonight», »little by little», »stop crying your heart out’‘ o »don’t look back in anger» dejaron satisfechos a los fans.
Acompañado de una bandaza espectacular, también tocó temas de sus trabajos en solitarios, que personalmente me gustan más que los de su hermano. Quizás sería el concierto más multitudinario de la jornada sino fue porque en el recinto no cabía ni un alfiler con un grupo español: Vetusta Morla.
No es para menos, fueron la actuación del festival. Han crecido en salas y poco a poco han ido llenando recintos más grandes, ampliando discografía y madurando como grupo. Al mismo tiempo su directo ha ido madurando y ahora es digno de grandes recintos.
El crecimiento de los madrileños ha sido espectacular, y es un auténtico gustazo haber podido disfrutar de ellos desde su primer trabajo, viendo también el crecimiento emocional en sus letras.
Ofrecieron un concierto más largo que el de Noel Gallagher, delante de un Warm UP abarrotado. Nota negativa de la jornada, ya que, aunque durante los dos días pude observar quejas sobre el sonido en redes sociales, yo no había tenido problema (quizás tiene que ver según el lugar que ocupes frente al escenario), pero en este concierto si que lo noté. La voz de Pucho apenas podía oirse y el sonido del escenario Estrella de Levante fue insuficiente para una puesta en escena atronadora.
Aún así, pude disfrutar su repertorio del que poco puedo decir: »Te lo digo a ti», »Consejo de sabios», »Valiente», »Los días raros» (el gran cierre mágico de cada uno de sus conciertos, que es perfecto hasta la última nota), »23 de Junio», »El hombre del saco’‘. Podría estar toda la noche enumerando temazos, aunque personalmente creo que con su nuevo disco han rozado la perfección y se posiciona posiblemente en el favorito de su discografía.
Por cierto, buen gesto el de terminar el concierto con un medley de temas que sonaron durante los dos días del festival, desde »Cayetano» de Carolina Durante hasta »Hoy la bestia cena en casa» de Zahara.
Tras Vetusta Morla y el pertinente vacío del recinto, le llegó al turno de Miss Caffeina, que con nuevo trabajo bajo el brazo pudieron aguantar a unos cuantos miles de personas que salían de Vetusta Morla. »Venimos», »Merlí» o »Mira como floto» fueron algunos de los puntos fuertes del concierto, con una puesta en escena algo diferente a lo que estamos acostumbrados a ver de la banda.
Con la noche bien entrada, las guitarras se fueron y llegó la electrónica. Tiga se subía al escenario Estrella de Levante. El productor canadiense empezó su sesión algo light, para ir escalando en energía y en bpms, además de regalar al público algunos de sus hits de pista de baile. Pero teníamos que correr al escenario UP, porque allí se iba a desatar el caos: Putochinomaricon.
Chenta Tsai aka Putochinomaricon es caótico. Sí, en sus conciertos lo deja bastante claro. Él mismo lo hace todo, se produce los temas, sabe de música, sabe reivindicar y creo que hace lo que en la música más se debe valorar: lo que le da la real gana. Tiene fallos en sus conciertos, es cierto, pero creo que sin esos fallos no sería él, ni tendría ese toque de caos y de irreverencia. Lo gocé con muchos de sus temazos »No tengo wifi», »Tú no eres activista», »El test de la bravo y la superpop», »Gente de mierda» (con repetición incluida, como no) o su nuevo hit »doble tic azul», aunque había una que nos recordaba a Despistaos de cuyo nombre no me acuerdo. Un goce.
El festival llegaba a su fin con Flash Show, djs alicantinos residentes en Stereo, que con su set nos hicieron quemar las últimas fuerzas que nos quedaban, pero muy bien empleadas. Un set bastante acertado para un cierre de festival de altura.
En definitiva, Warm UP cierra otra edición con un éxito rotundo, con cosas que mejorar (quizás el sonido, alguna apuesta más fuerte en el cartel), pero cosas que mantener (equilibro de subgéneros dentro del cartel, organización en baños y barras, accesos, actividades paralelas, distribución de escenarios, precios…). Por cierto, estoy escribiendo esto mientras ya hay más de 6000 abonos vendidos para 2020. Ganas no faltan.