Y la primera vez que voy al Contempopranea en 20 años. Impaciencia y felicidad de un sueño cumplido por asistir a uno de los mejores festivales.
La frase que más he escuchado durante este fin de semana, tanto entre los lugareños como en los asistentes al festival era “Con el de Badajoz se han cargado este festival”. No daba crédito a lo que oía, ya que durante dos días iban a poder disfrutar de un gran numero de los mejores grupos del pop-rock español, casi en exclusividad, ya que éramos unas 2000 personas. Como si todos tuviéramos una entrada VIP, podíamos movernos sin agobios y con una gran organización dentro de un entorno de cuento, a las faldas del Castillo de Luna.
No por mucho madrugar amanece más temprano, ni la distancias se acortan, así que no llegamos para ver a Nosotrash ni a Cooper, empezando el Festival con una sorpresa a voces: La Habitación Roja. Veinte años celebrados por todo lo alto, con fuerza, saber estar, transmitir y emocionar a los allí presentes. Temas como “La moneda en el aire” o “Ayer” no dejaron indiferente a nadie. Lo peor del concierto era la impaciencia de algunos por que saliera Supersubmarina, a priori, el grupo estrella de la noche.
Y así salieron como las estrellas de la noche. Ellos coparon la mayor afluencia de todo el festival. Es un grupo que suena bien, pero que no acabo de creérmelo. La actitud de José Chino en el escenario, como estrella para quinceañeras le resta muchos enteros a un grupo que consigue un gran sonido y energía, pero que está peligrosamente cerca de grupos como Gemeliers. Esperemos que el tiempo les coloque en el sitio que merecen y dejen la peligrosa senda del éxito adolescente. El concierto fue de menos a mas, sobre todo a partir de la aparición de La Habitación Roja para interpretar Nuevos Tiempos con ellos.
Pero sin duda, el momento de la Noche fue cuando surgió Ángel Stanich solo en el escenario, guitarra en mano, sin dar pistas de lo que se nos venía encima. Después de un par de minutos la banda salió para acompañarle y comenzar a tocar ROCK AND ROLL, así, en mayúsculas. Buena sintonía, buen rollo y actitud gamberra, consiguieron algo que llevaba mucho tiempo sin ver: espíritu, actitud y sonido. Todo lo que uno necesita para disfrutar en un concierto al 200%. Con ese buen sabor de boca despedíamos la primera noche, de camino al camping por el camino de baldosas amarillas del subidón del Camino Acido.
La segunda noche no podía empezar mejor. Tras una visita exprés para conocer Alburquerque, llegamos al Rte. El Fogón de Santa María, donde Paco y Lola tocaron los “cacharros de cocina” de manera impresionante, y nos ofrecieron un menú típico de la zona, convirtiéndose en los mejores anfitriones y representantes del Contempopranea que hayamos conocido durante todo el fin de semana.
Experiencias sensoriales aparte, nos adentramos con la mejor predisposición para ver a Neuman, posiblemente el grupo que más conciertos haya dado este año (y los que le quedan). Como siempre, entregados y muy recomendables. El problema de esta actuación fue la falta de Fernando Lillo a las teclas. Eso supuso, que aunque tocaran muy bien temas como Turn o Hell, les faltó la intensidad emocional que en otras ocasiones he vivido con temas como Silfono, Plastic Heaven o Battle Starship. Pero aun así fue un concierto más que disfrutable para el público.
Y la noche se volvió elegante. Los Enemigos salieron ataviados con los trajes negros de su última gira. Llegaron, tocaron, sonaron muy bien, y se fueron. Atrás quedan sus noches de rock and roll descontrolado, cuando no sabias que derroteros iba a tomar el concierto (he vivido conciertos donde Josele no vocalizaba o incluso dejaban de tocar a mitad de canciones). Son una banda perfectamente coordinada, que se hicieron con el publico allí presente, que dicho sea de paso, estaban esperándolos con impaciencia. Un concierto lleno de éxitos de siempre (como Septiembre o La Otra Orilla) y canciones nuevas, especialmente Ciudad Satélite, con la voz de Fino a la cabeza.
Al finalizar Los Enemigos fue cuando la noche se torno manchega. El Albacete Sound tomo forma y comenzaron a sonar Mercromina. Muy entonados, muy enchufados… muy buenos. Un concierto donde sonaron los temas que les hicieron uno de los grupos de pop más grandes y personales de los noventa. Una magnifica selección de canciones, de las que destacó su impresionante Ciencia Ficción, una magnifica sucesión de ruido melodioso perfectamente ejecutado. Viendo la buena sintonía en el escenario, espero que no sea una reunión puntual, y nos regalen temas nuevos.
Los segundos representantes de Albacete de la noche, Chucho, fueron mucho mas sobrios. La seriedad de Afaro y los suyos contrastaron con la energía que Mercromina desató. El concierto se fue desarrollando dentro de lo previsto (Magic, Perruzo, Revolución,…) y terminó como solían hacerlo, con ese tremendo y potente tema Inés Groizard, el cual supone un golpe de fuerza para finalizar.
Y para concluir la segunda sorpresa a voces del Festival: Surfin´Bichos. Fue una alegría decepcionante ver la reunión de esta banda. Salieron, tocaron tres magnificas canciones, y se fueron. Fin. Quince minutos de regreso que se quedaron de forma casi testimonial, ya que si la duración determinada era ya corta, fue menos de la mitad de lo programado.
Al finalizar el festival, se confirmaron mis sospechas: el Contempopranea se ha dividido en dos ediciones, pero creo que la de Alburquerque fue un autentico lujo para los allí presentes. Espero que duren 20 años más.
Reconocerle a los organizadores la labor tan buena que han realizado, en especial a Pablo (le resolvió a una compañera fotógrafa un problema con su acreditación) y a ese grupo de currantes gallegos que estaban detrás de las barras, y con una sonrisa durante todo el festival.
Gracias a todos por hacerme disfrutar de uno de los mejores fines de semana de mi vida.
Envidia máxima. Sólo faltaban 091 para completar el cartel…
La que faltabas eras tu. Pero bueno, la siguiente cita el GRANADA SOUND
El festival de Alburquerque ha estado genial, precisamente es todo lo contrario a esas opiniones que comentas , es decir, este ha mejorado o recuperado su esencia gracias a que se ha especializado y a que el de Badajoz se ha diversificado en estilos. En Alburquerque sobraba Supersubmarina. Alburquerque es el festival del indie y tiene que demostrarlo con bandas genuinas para un público de mayor nivel musical.