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Pero Satriani no era el único que deslumbraría esa noche, Oli Brown & RavenEye se encargaron de calentar a un público que de forma más bien tardía fue llenando el teatro.
Un grupo joven pero con un sonido digno de los clásicos del rock que estamos seguros que darán que hablar a medio/corto plazo. No solo por sus solos de guitarra o sus ritmos de rock y blues, a esto hay que sumarle una gran voz y una batería de esas que retumban en el pecho. Por algo el mismo Satriani se los llevó de gira como ya hicieron otros grandes como Johnny Winter.
Ya van 30 discos desde The Joe Satriani EP allá por el año 1984 y desde luego Satriani tiene material de sobra para elegir, pero era una ocasión perfecta para presentar Unstoppable Momentum, su último disco lanzado en mayo del año pasado y así fue.
Dos horas de concierto en el que pudimos verle hacer cosas que la mayoría no podía creer que era posible con una guitarra.
Una colección inigualable de solos de infarto y riffs que se grabaron a fuego en la memoria de todos. Joe nos demostró porque esta considerado uno de los mejores guitarristas del mundo, poder decir que has vendido mas de diez millones de discos no está al alcance de muchos y si haces rock instrumental esto se convierte en una proeza digna de admiración.
Nos lo pasamos como enanos al igual que todos allí, sin poder evitar movernos sin parar, aplaudir como locos o tocar las palmas cada vez que el tema nos invitaba a ello. Una noche muy especial para poner fin a un festival que cada año se reafirma como una cita fija en la agenda no solo de los andaluces si no de todo el país.
Para los que no pudieseis ir os dejamos un vídeo cortesía de la organización del festival para que podáis haceros una mínima idea.
