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La pasada edición de los premios Billboard se recordará como la noche en que resucitó Michael Jackson, aunque si lo hizo con mejor o menor gracia, eso ya que lo juzgue cada uno… o no. La organización recurrió a la ya famosa tecnología del holograma para hacer bailar al Rey del Pop uno de los temas de su nuevo disco póstumo, Xscape. Un disco que era muy esperado por los fans y que ha terminado siendo una colección de descartes para muchos.
¿En qué momento un homenaje empieza a convertirse en un acto ridículo que no hace justicia a la memoria del homenajeado? Eso es lo que tantos otros pensaron la noche de los Billboard Music Awards. Si bien el holograma de Tupac nos dejó con la boca abierta en su día, parece que el de Michael Jackson no ha causado el mismo efecto –tampoco es la misma empresa–: que si el artista parecía robótico, que era poco creíble, una caricatura de lo que fue… Recordemos, señores, que está muerto y que hasta los «zombies» tienen un límite. Aunque Jackson aún esté para bailar un Thriller gracias a la tecnología, no esperemos tampoco que se nos manifieste como en su mejor momento.
Que la cuestión es hacer dinero. Lo sabemos o Slave to the Rhythm no sonaría en un anuncio de teléfonos móviles (que también es irónico el título, ¿no?). Pero jugar de esta manera con nuestro recuerdo de Michael Jackson es jugar con nuestro corazoncito. Con el nuestro y con el del público, que bastantes lagrimitas se vieron. Fue bonito el sueño mientras duró…
