Ona Mafalda no es una artista de medias tintas, y su segundo álbum, «Reset«, lo deja cristalino. Tras ser embajadora EQUAL de Spotify y pasearse por Times Square, la cantante de raíces hispano-británicas pisa el acelerador y anuncia una nueva era. El mensaje es claro: la reinvención no es una opción, es una necesidad, y este disco es su manifiesto.
Si esperabas un pop de salón, mejor busca en otra parte. Con «Reset«, Ona Mafalda abraza con valentía un sonido eléctrico y vibrante, donde las guitarras son las protagonistas indiscutibles. El álbum bebe directamente de la energía revolucionaria de los 70, con referentes que van desde la crudeza de Patti Smith a la electricidad melódica de The Strokes o el descaro de Blondie.
El resultado es un trabajo que suena honesto, fresco y lleno de fuerza. Es como si el rock alternativo se hubiera puesto sus mejores galas para una fiesta pop. Canciones como ‘Pink Lies‘, ‘Kuidao‘ o ‘Salto‘ ya nos habían avisado: esta tía no juega a ser otra, solo se transforma.
Ona Mafalda construye su carrera principalmente en español, pero gracias a su doble origen, «Reset» incluye cuatro temas en inglés. Esta versatilidad bilingüe le permite moverse sin fronteras, resonando con una generación que vive y consume cultura en varios idiomas a la vez.
El verdadero gancho de este álbum es la incertidumbre lírica. Ona Mafalda te lleva por caminos poco transitados, y no te da la certeza de si estás escuchando sus memorias o las aventuras caricaturizadas de otros. Es esa mezcla de autenticidad, fuerza y vulnerabilidad lo que convierte a Reset en la voz de quien no teme volver a empezar.
Ona Mafalda ha pulsado el botón de «Reset» y ha mandado a la mierda cualquier etiqueta que le hubieran colgado. Este disco es para los que entienden que el rock es una actitud, el pop es un himno y la guitarra no solo acompaña, sino que lidera. Ha pasado de ser una promesa a una realidad que marca su propio ritmo. El 2025 ha sido su año, y el 2026 viene con un «cuidado» bajo el brazo. Un trabajo que, sin duda, consolida la proyección de una artista que tiene el talento y la actitud de sobra para estar en los escenarios más grandes (y ya lo ha demostrado abriendo para Coldplay y pasando por Primavera Sound).

