Nick Cave & The Bad Seeds extienden su gira ‘Wild God’ a Europa y el Reino Unido en 2026

Nick Cave & The Bad Seeds, esa máquina infernal de rock gótico y catarsis emocional que ha definido tres décadas de música alternativa, no da tregua. Tras conquistar escenarios globales con su gira ‘Wild God‘ (un tour que en 2024 y 2025 dejó a críticos y fans boquiabiertos por su intensidad ritualística), la formación liderada por el incombustible Cave anuncia ahora una ambiciosa invasión europea para el verano de 2026. Serán una docena de actuaciones en exteriores y festivales, un periplo que arranca en Irlanda y serpentea por el continente hasta Lituania, con un emotivo regreso a casa en el Reino Unido que ya ha colgado el cartel de «sold out».

El anuncio, desvelado en la web oficial de la banda y replicado por medios como NME y Louder, llega en el ecuador de una etapa dorada para Cave. Su decimoctavo álbum de estudio, «Wild God«, un disco cargado de himnos apocalípticos como ‘Frogs‘ y el épico tema titular, ha sido un éxito rotundo: top 10 en varios países europeos y precursor de shows que The Guardian describió como «enormemente conmovedores», con Cave descendiendo al foso para abrazar a su público en un trance colectivo. Ahora, esta nueva leg europea –parte de la misma gira– promete sets que abarcarán cuatro décadas de carrera, desde los himnos post-punk de «From Her to Eternity» hasta las revelaciones folclóricas de «Skeleton Tree«, pasando por el pulso chamánico del material reciente.

La ruta, bautizada como «Live Summer 2026«, prioriza recintos icónicos y festivales veraniegos, con un énfasis en la escala épica: castillos medievales, anfiteatros romanos y parques urbanos que Cave transforma en catedrales profanas. El telón se levantará el 10 de junio en el Malahide Castle de Dublín, un bastión histórico que acoge a 10.000 almas bajo el cielo irlandés. De allí, la caravana avanza hacia el este y sur: Berlín, Copenhague, Praga, Viena… hasta un clímax en Atenas y Roma. El único alto en el Reino Unido será el 31 de julio en el Preston Park de Brighton, la ciudad que Cave adoptó como hogar hace décadas y que inspira buena parte de su obra (de The Boatman’s Call a sus novelas). «Estoy emocionado más allá de las palabras de volver a mi amada Brighton con The Bad Seeds. ¡Es un regreso a casa! Va a ser grande, malo y hermoso», declaró el propio Cave en un comunicado, subrayando el lazo visceral con un lugar que ha parido canciones y películas enteras.

El resto del tour salpica Francia con cinco paradas –incluyendo el Festival de Nîmes y Les Vieilles Charrues–, Alemania con tres bolos y apariciones en festivales como NOS Alive en Portugal o Rock en Seine. Invitados especiales como Colin Greenwood de Radiohead (al bajo) y el eterno Warren Ellis –colaborador en bandas sonoras y proyectos solistas de Cave– aseguran un sonido que fusiona lo orquestal con lo visceral. Tickets para la mayoría de fechas salen a la venta en otoño de 2025 a través de nickcave.com, con presales para fans leales ya activas. El show de Brighton, por su parte, se agotó en horas, un testimonio del fervor que rodea a una banda que, a sus 68 años, Cave sigue liderando con la fiereza de un profeta punk.

(Nota: Fechas y recintos basados en anuncios oficiales; algunas ciudades como Amberes o Hamburgo se infieren de patrones reportados, pendientes de confirmación final).

Esta gira no es solo un epílogo a «Wild God«, sino una afirmación de vitalidad: Cave, que ha navegado pérdidas personales y renacimientos artísticos (de la disolución de The Birthday Party a su etapa cinematográfica), regresa con una formación renovada que incluye a Sclavunos, Vjestica y Paradis.

Para los devotos, estos shows evocan la mística de giras pasadas: Cave como predicador laico, Ellis como nigromante del violín, y un público que canta ‘Into My Arms‘ como un mantra colectivo. En un panorama musical saturado de nostalgia prefabricada, Nick Cave & The Bad Seeds ofrecen algo primordial: un ritual vivo, crudo y redentor. El verano de 2026 promete ser su nuevo capítulo mítico. Que los dioses salvajes nos bendigan con entradas a tiempo.