El próximo 31 de octubre, Leiva aterriza en Las Palmas de Gran Canaria con su Tour Gigante, una gira que no solo celebra su madurez artística, sino que lo reafirma como uno de los nombres esenciales del rock estatal. La cita será en la Plaza de la Música, un espacio icónico a orillas del océano, donde el músico madrileño desplegará una de las propuestas más ambiciosas de su carrera.
Después de llenar estadios, pabellones y festivales por toda la geografía peninsular, Leiva ha decidido que el cierre del mes de octubre se escriba con mar de fondo. Canarias, a menudo olvidada en las grandes giras nacionales, forma parte esta vez del itinerario. Y no como una parada secundaria, sino como una fecha destacada dentro de su actual narrativa sonora.
Con Gigante, Leiva no solo titula su nuevo trabajo: se reivindica. Tras años de recorrido en solitario y tras haber sobrevivido al peso del pasado con Pereza, el madrileño abraza una versión de sí mismo más libre, más directa. Este nuevo álbum (cuya gira le da nombre) mezcla sensibilidad melódica con rugido eléctrico, letras que arden en lo íntimo y una producción que reniega de lo excesivo para abrazar lo justo.
El directo, según se ha visto en otras ciudades, alterna hits imprescindibles como La llamada, Terriblemente cruel o Breaking Bad, con temas nuevos donde el Leiva más introspectivo se da la mano con el que no renuncia a lo escénico. Las luces, los silencios, los crescendos instrumentales: todo está pensado para que el concierto respire, grite y emocione. En esa búsqueda constante de lo humano, Leiva ha encontrado su espacio.
No todo ha sido fácil en este tramo del Tour. Hace solo unas semanas, Leiva tuvo que cancelar su concierto en Guadalajara por una infección aguda. Un parón inesperado que, sin embargo, añade valor simbólico a las fechas siguientes. Lejos de cualquier pose, el artista compartió su situación con honestidad, generando una corriente de apoyo en redes sociales que le ha acompañado en su regreso a los escenarios.
Por eso, el concierto de Las Palmas no es solo una fecha más: es también un reencuentro. Un gesto de compromiso hacia un público que muchas veces queda lejos de las grandes rutas de gira. Leiva no tenía por qué venir. Pero viene. Y eso, en este contexto, dice más de lo que parece.
El lugar elegido para el concierto tampoco es casual. La Plaza de la Música, a un paso de la Playa de Las Canteras, es ya una referencia para los eventos musicales de gran formato en Gran Canaria. Ha acogido festivales, artistas internacionales y bandas locales con proyección. Pero sigue siendo un espacio a escala humana, donde la experiencia del directo conserva un punto de cercanía, de vibración compartida.
En ese entorno, el show de Leiva apunta a ser más que un concierto: una celebración emocional. El público canario, cálido, entregado y exigente, seguramente responderá a la altura. Y él, como ya ha demostrado antes, sabrá corresponder con la intensidad que le caracteriza.
No se ha publicado un setlist definitivo para la fecha canaria, pero si sigue la tónica de conciertos anteriores, se puede esperar:
- Un repaso honesto por su discografía, con espacio para canciones de ‘Monstruos‘, ‘Diciembre‘ o ‘Cuando te muerdes el labio‘.
- Momentos de conversación con el público, sin prisa, donde Leiva baja del pedestal y se muestra cercano.
- Una banda afilada y cómplice, que entiende los matices del repertorio y los realza sin excesos.
- Un bloque final emocional, con todos los fuegos puestos en el alma.
A estas alturas, Leiva no necesita demostrar nada. Podría vivir de los viejos éxitos, jugar a ser leyenda y desaparecer entre discos cada tres años. Pero no: sigue girando, sigue componiendo, sigue arriesgando.