por La pasada semana el mundo del post-hardcore sintió un temblor subterráneo cuando Black Eyes, la banda de Washington D.C. que definió el caos sonoro de principios de los 2000, anunció su primer álbum en 21 años, «Hostile Design«, que verá la luz el 10 de octubre vía Dischord Records, su sello original. Acompañado de una gira por EE.UU. y Europa que arranca en noviembre con fechas en Nueva York, Chicago y París, el regreso se selló con el lanzamiento de ‘Pestilence‘, un single que cruje como un cable pelado, con riffs que se retuercen y una batería que golpea como un pulso desbocado. El regreso de Black Eyes no solo revive su legado, sino que inyecta una dosis de furia cruda en un panorama que busca su alma perdida.
Black Eyes surgió en 2001 en el hervidero musical de Washington D.C., una escena marcada por la ética DIY de Dischord y bandas como Fugazi o The Nation of Ulysses. Formados por Daniel Martin-McCormick en guitarra, Jacob Long al bajo, Hugh McElroy en guitarra y voz, Dan Caldas en voz, y Mike Kanin a la batería, el quinteto fusionó post-hardcore con noise rock, jazz improvisado y un toque de funk disonante, creando un sonido que era menos canción y más asalto sensorial. Su debut homónimo de 2003 y «Cough» de 2004, ambos en Dischord, capturaron esa esencia: pistas como ‘Deformative‘ o ‘Someone Has His Fingers Broken‘ eran explosiones de energía que desafiaban las estructuras convencionales, influenciados por la política anti-corporativa de su ciudad y un ethos que rechazaba el mainstream. Disueltos en 2004 tras un tour exhaustivo, su legado se mantuvo en el underground, inspirando a grupos que exploran el caos controlado.
El anuncio de «Hostile Design«, grabado en Tonal Park con Ian MacKaye (Fugazi) produciendo y Don Godwin como ingeniero, llega tras una reunión en abril de 2023 para shows en D.C. y Nueva York, que agotaron entradas en minutos. El álbum, de seis temas nuevos escritos entre 2023 y 2024, promete retomar su furia experimental, con ‘Pestilence‘ como adelanto que late con bajo pulsante y guitarras que se entrechocan como cables vivos. ‘Break a Leg‘, ‘Burn‘, ‘Under the Waves‘, ‘Pestilence‘, ‘Mouthful of Glass‘ y ‘Hostile Design‘ forman el tracklist, un conjunto que, según Pitchfork, «suena como si el tiempo no hubiera pasado, pero con la madurez de dos décadas«. La gira, con fechas en ciudades como Boston, Filadelfia y Londres, se extiende hasta diciembre, un retorno que coincide con el auge de festivales como Project Pabst, donde el post-hardcore resurge como antídoto al pop homogenizado.
‘Pestilence‘ es un latido que captura la esencia de Black Eyes: un bajo que retumba como un terremoto, voces que se superponen en un caos controlado, y un saxo que punza como un insecto furioso, evocando a The Ex o a los primeros Sonic Youth. La banda, que se disolvió en su apogeo, ahora navega un panorama donde el noise rock se entrelaza con lo electrónico.
En 2025, el post-hardcore resurge como un bálsamo para la saturación digital. Frente al dominio del urbano, este regreso ofrece un espacio para la disonancia, aunque el paso del tiempo plantea dudas: ¿será «Hostile Design» un eco fiel o una sombra de su pasado? La gira, con entradas ya volando en Ticketmaster, sugiere que el hambre por su sonido persiste.
