noviembre 14, 2025

Jodie Cash abre su alma (y el legado familiar) en «My Senses»

Jodie Cash, la cantante gironesa de voz curtida en las brasas del country, el blues y el rock sureño, entrega con «My Senses» su trabajo más íntimo y conmovedor hasta la fecha. Este álbum de 12 canciones es un viaje al corazón de su legado familiar, un homenaje a las melodías que su madre, Estrella Cabrera, compuso en los 80 y 90, y que ahora resurgen con una sensibilidad renovada. Grabado en el cálido refugio de Panorama Room Studios bajo la producción de Myriam Swanson y Xavi Ollé, «My Senses« es un tapiz de country, Americana y blues que destila nostalgia, resiliencia y una conexión profunda con las raíces de Cash. Es un disco que abraza la vulnerabilidad sin perder el nervio, aunque su enfoque introspectivo y su fidelidad al pasado a veces limitan su audacia. Con una voz que evoca el polvo de los caminos rurales y el humo de los bares de carretera, Cash nos invita a escuchar con los sentidos abiertos, y el resultado es un álbum que emociona por su honestidad, incluso cuando no alcanza la grandeza.

«My Senses« es un regreso a las raíces de la música Americana, con un sonido que combina el country-outlaw de Waylon Jennings, el alma cruda de Etta James y el corazón narrativo de Loretta Lynn. La banda original de Jodie Cash Fingers: Toni Espelta (guitarras, voces), Toni del Amo (piano, hammond, acordeón), Moisés Sorolla (batería), Tüan D Bass (bajo, contrabajo) y John Revell (armónica), aporta una calidez orgánica, mientras que los arreglos de violín y lap steel de Simone Lambregts y Rickie Froutchman pintan paisajes sonoros que evocan atardeceres en la llanura. La producción de Myriam Swanson, con su enfoque intuitivo, y la dirección técnica de Xavi Ollé, logran un equilibrio entre lo crudo y lo pulido, capturando la esencia de una grabación casera sin sacrificar la profundidad.

El disco abre con ‘Eternity‘, una balada country que incorpora fragmentos de una maqueta de los 80 grabada por los padres de Cash, con el llanto de la propia Jodie de fondo, un detalle que establece el tono íntimo del álbum. Un tema que fluye con una delicadeza etérea, su violín y piano tejiendo una atmósfera de ensoñación, mientras que ‘Farru‘, dedicada a su perro, inyecta una energía rockera con guitarras que galopan como un caballo desbocado. La producción, aunque impecable, podría haber arriesgado más para diferenciarse en un género saturado de nostalgia.

Las letras de «My Senses» son un diario personal que entrelaza los recuerdos de infancia de Cash con su experiencia como madre reciente. Cinco de las canciones, compuestas por su madre, Estrella Cabrera, en los años 80 y 90, son el alma del disco, resucitando melodías que acompañaron a Cash en su niñez. ‘I Miss My Man‘ es un lamento country sobre la ausencia y el anhelo, con versos que resuenan con una universalidad atemporal: “Te echo de menos, pero el camino sigue”. ‘Eternity‘ reflexiona sobre la permanencia del amor frente al paso del tiempo, mientras que ‘Farru‘ transforma el duelo por una mascota en una celebración vibrante de la vida. ‘When you’re a Woman‘ aborda la lucha femenina con una mezcla de desafío y ternura, un guiño al legado de mujeres fuertes en la familia de Cash.

El álbum es un homenaje a su madre y a las mujeres de su linaje, con letras que exploran la maternidad, la resiliencia y la conexión con el pasado. Sin embargo, algunas letras, como las de “Llama la Muerte”, caen en clichés del country que no alcanzan la misma profundidad emocional, y el enfoque en el pasado puede hacer que el disco se sienta más retrospectivo que visionario. Aun así, la autenticidad de Cash y su conexión personal con cada palabra hacen que el álbum resuene con una sinceridad conmovedora.

Jodie Cash se sitúa en la encrucijada del country-outlaw, el blues y el rock sureño, con influencias que van desde Waylon Jennings y Loretta Lynn hasta Etta James y Willie Nelson. Su voz, cálida y áspera como una carretera polvorienta, recuerda a Lucinda Williams, cuya capacidad para combinar vulnerabilidad y actitud es un punto de referencia claro. Sin embargo, mientras Williams explora narrativas más crudas y complejas, este trabajo opta por una simplicidad emocional que conecta más con la calidez de Emmylou Harris. En el panorama español, Cash comparte el espíritu de raíces de Myriam Swanson (Flamingo Tours), pero su enfoque es más introspectivo, menos explosivo. Comparada con artistas internacionales como Kacey Musgraves, «My Senses» carece de la ironía moderna de «Golden Hour«, pero coincide en su devoción por las historias personales y el sonido clásico.

La mayor fortaleza de «My Senses» es su autenticidad emocional. Jodie Cash canta con una convicción que trasciende el género, transformando canciones de su madre en himnos que resuenan con una nueva generación. ‘I Miss My Man‘, ‘Eternity‘ y ‘Farru‘ son puntos álgidos, con arreglos que equilibran la nostalgia con un brío contemporáneo. La producción, liderada por Myriam Swanson, es un acierto, capturando la intimidad de un estudio casero mientras permite que la voz de Cash brille. La conexión con su legado familiar, especialmente el homenaje a su madre, añade una capa de profundidad que eleva el disco más allá de un simple ejercicio de estilo.

Sin embargo, el álbum no está exento de defectos. La falta de mayor experimentación sónica o lírica limita el alcance del disco, especialmente en un género donde artistas como Sturgill Simpson han empujado los límites. Además, la repetición de temas similares de nostalgia y pérdida puede resultar redundante hacia el final, y una mayor variedad en los arreglos habría dado al álbum un impacto más duradero.

Escuchar «My Senses» es como hojear un álbum de fotos familiar en una tarde tranquila, con el aroma de café y vinilos viejos flotando en el aire. El disco evoca la calidez de una casa llena de música, con la voz de Cash como una guía que te lleva por caminos de grava y recuerdos agridulces. La atmósfera es íntima, casi confesional, con momentos de vulnerabilidad que reflejan la experiencia de Cash como madre y heredera de un legado musical. Es un disco que invita a la calma, pero también a la celebración de lo vivido, aunque su tono retrospectivo puede dejar a algunos oyentes deseando un poco más de urgencia.

Estamos ante un testimonio conmovedor del poder de la música para conectar generaciones, un disco que destila la esencia de Jodie Cash: cruda, auténtica y profundamente arraigada en la tradición Americana. Este trabajo, «My Senses«, es una invitación a detenerse y escuchar con el corazón abierto, un recordatorio de que las mejores historias se cantan desde las raíces. Como dice la propia Cash, este es un disco para escuchar con calma, y en esa calma reside su magia.

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