La escena musical vive un momento de efervescencia gracias a la irrupción de nuevos artistas emergentes. Entre ellos, brilla con luz propia Yana Zafiro, una joven ucraniana afincada en Murcia que, con tan solo 23 años, ha conquistado al público con su propuesta fresca, llena de personalidad y con un toque experimental.
La música de Yana Zafiro es una mezcla vibrante de pop, bases electrónicas, melodías pegadizas y letras introspectivas. Su estilo, en constante evolución, se nutre de diversas influencias, desde el pop clásico hasta sonidos más vanguardistas, creando un universo sonoro único y personal. En esta entrevista, Yana Zafiro nos habla de su proceso creativo, de cómo ha vivido la evolución de su sonido hasta llegar a este nuevo disco, de las estrategias de promoción musical en la era digital y de los retos a los que se enfrentan las mujeres en la industria.
Pregunta – Acabas de lanzar al mercado “Entonces… ¿Amigos?” ¿Podrías contarnos cómo es tu proceso creativo cuando te sientas a componer una canción? ¿De dónde surgen las ideas? ¿Cómo las desarrollas hasta convertirlas en canciones completas?
Respuesta – En el caso de este disco fue un desarrollo creativo diferente porque lo pensé en conjunto. Estaba pasando por una ruptura de amistad y me hizo recordar todas las rupturas que había tenido en mi vida. Cogí una libreta y estructuré las fases de una relación por experiencia propia. Escogí la temática de cada canción y junto a Celia Spellman buscamos el sonido de cada una.
Obviamente la primera que salió fue ‘Un beso de verdad‘ porque todo siempre comienza en la adolescencia. Básicamente el proceso creativo era buscando melodías que transmitieran esa energía y cuando la melodía estaba completa le añadía la letra. Cuando escuchas una canción con un piano y la voz sin nada más encima te das cuenta si vale la pena seguir con ella o no.
P. – Has recibido muchos elogios por tu música y te han calificado como una de las nuevas promesas de la escena musical española. ¿Cómo te sientes al recibir este reconocimiento?
R. – Dilo reina! Los elogios siempre los recibo con ternura, me hace tanta ilusión saber que mi sensibilidad es captada por los demás y es más, que la entienden. Es una sensación preciosa. Supongo que una siempre se siente frustrada por no tener claro si ha escogido bien escribiendo una letra, una melodía, o la maldita falda que se ha puesto. Cuando tomas decisiones y luego te expones, es reconfortante saber que eres aceptada tal y como eres.
P. – Has sido comparada con Charli XCX y Caroline Polachek, antes hablábamos de los elogios de la prensa, ¿cómo se consigue gestionar un entorno que espera “de ti”?
R. – Increíbles artistas las dos, tienen trabajos que me pongo en bucle… una vez al mes mínimo. Tengo más conexión con Charli porque la he seguido desde que tenía como 17 y cualquier cosa que hacía me maravillaba aún más. Creo que ella gestiona muy bien ese entorno del que estás hablando, yo no. Es decir, siento que he estado bastante tiempo sanando y encontrándome. Muchas veces no quería que se esperara nada de mi y abandonaba esa gestión. Luego recapacité, como en este disco, pensé “ Si, quiero” y me casé con la música.
P. – A pesar de tu juventud has recorrido un largo camino desde el lanzamiento de tu primer EP, «Mi perro se va a morir». ¿Cómo has vivido la evolución de tu sonido hasta llegar a este “Entonces… ¿Amigos?”?
R. – Una locura, el sonido siempre me ha llevado loca. Captó tantas cosas cuando escucho música que
siempre guardo sonidos que quiero utilizar o que me fascinan y los veo acorde a mi. No es que haya sido un problema pero sí que han sido saltos enormes. Analizo mis etapas y digo “Madre mía” quien me escuché pensará que no tengo las cosas nada claras. Sinceramente, no es así, es que evoluciono en cada trabajo y no me paro a pensar que ese sonido no lo tenía antes o que no suena a mi.
El progreso del sonido ha sido del lo-fi, a la electrónica experimental y luego al pop-punk. Y ahora ya tengo otro sonido creciendo en mi, que será una cosa totalmente distinta.
P. – En la era digital, las redes sociales y las plataformas de streaming son imprescindibles para que los artistas puedan llegar a un público amplio. ¿Cómo crees que han cambiado las estrategias de promoción musical con la llegada de estas herramientas? ¿Qué ventajas e inconvenientes tienen estas plataformas para los artistas?
R. – Ahora para existir tienes que tener redes y compartir tu día a día o cualquier otro tipo de contenido. Si dejas de hacerlo es como si no existieses para el mundo actual. Yo nunca he sido una experta en redes, de hecho me agobia el hecho de compartir cosas porque soy tan meticulosa con la estética que aunque esté bien pero a mi no me cuadra, directamente no lo subo. Y he tenido que bajar mi nivel de obsesión para poder subir cosas del disco, entiendo que es lo que se debe hacer ahora mismo.
No estoy a favor de la sobreinformación, siento que se ha perdido el romanticismo entre el artista y su público. Por mi si pudiese borrar las redes lo haría, pienso en toda la ansiedad que sufre la gente por ellas, yo incluida, y no me arrepentiría ni un segundo. Además la red social se vende como una oportunidad para crecer y tener un público pero hay un precio a pagar que no es para todes.
P. – La desaparición de salas de conciertos es un problema que afecta a toda la industria musical. ¿Qué alternativas crees que pueden surgir para que los artistas emergentes sigan teniendo espacios donde tocar en directo?
R. – Es algo que me pregunto varias veces al día porque ja,ja,ja me encantaría tocar mi nuevo disco. La cosa es que aparte de cerrar salas las que siguen abiertas tienen un alquiler carísimo. No se que se podría hacer con eso, pero hay iniciativas que intentan lucharlo como “Girando por salas” supongo que hacen falta más programas así lanzados por el gobierno.
P. – A pesar de los avances, las artistas femeninas aún encuentran muchas barreras en la industria musical. ¿Qué crees que se puede hacer para romper el techo de cristal y lograr una mayor igualdad de género?
R. – Siento que la feminidad, la sensibilidad o la afectividad se acogen con asco. Como si esas cosas no se considerasen poderosas o llenas de fuerza. Supongo que empezaría por ahí, empezaría por darles a esos conceptos su valor. Siento que sigue habiendo confusión, no sólo por los adultos, sino que los niños de 10 años siguen pensando que ser femenina es algo peyorativo.
P. – Arrancamos esta entrevista hablando de la llegada de “Entonces… ¿Amigos?”, ¿Cuáles son los planes de presentación de este nuevo trabajo?
R. – Me encantaría hacer un gira por España y mostrar el directo en el que ya no estaría yo sola. Me acompañarán Narciso y Celia Spellman que han participado en la creación de este trabajo y eso me hace mucha ilusión. Tener a amigos tocando a tu lado te hace sentir más segura y la posibilidad de conectar más con tu público.