Arizona Baby, regresa con «Salvation«, un nuevo disco que marca el regreso a las raíces del grupo y una reafirmación de su identidad única. Con este nuevo trabajo, Arizona Baby se posiciona como una de las bandas más relevantes del panorama rock español actual.
En esta entrevista Javi Vielba, voz y líder de la banda, nos habla de la evolución del rock, la industria musical en la era digital, el papel de los festivales y, por supuesto, de su nuevo trabajo.
Y recuerda: la salvación, como bien dice el propio Vielba la salvación está en un disco ¿Será el de Arizona Baby?
Pregunta – “Salvation» marca un nuevo capítulo en su discografía. ¿Cómo describiríais este álbum en comparación con sus trabajos anteriores?
Respuesta – Es un disco deliberadamente arizónico, hacemos mucho énfasis en los elementos característicos del grupo, señas de identidad que nos hacen únicos y marcan la personalidad del proyecto.
P. – El consumo de música ha cambiado radicalmente en los últimos años, con el auge de las plataformas de streaming. ¿Qué opináis sobre este nuevo modelo de negocio y cómo afecta a los artistas?
R. – Nunca fue un negocio justo para el artista creador, pero ahora lo es aún menos.
En cuanto a la dinámica del streaming, aparte de perder calidad de sonido y banalizar la experiencia melómana, supone una amenaza al álbum musical como concepto. Depender de plataformas de streaming, además, significa que ya no eres dueño de nada… no compras discos sino que los alquilas. Y no, no todos los discos están en Internet… yo tengo cientos en mi casa que no están online.
P. – La distribución de ingresos en las plataformas de streaming ha sido un tema muy controvertido. ¿Consideráis que los artistas reciben una compensación justa por su trabajo en estas plataformas?
R. – Como decía en la respuesta anterior, habría que revisar muy bien todo esto. Desde luego antes se podía sacar dinero de la música grabada y ahora prácticamente no, algo habrá fallado ahí.
P. – En los últimos años se ha producido una proliferación de festivales de música. ¿Cómo pensáis que estos impactan en la experiencia del público en comparación con los conciertos en salas? ¿Qué papel creéis que deberían jugar los festivales para apoyar a las bandas emergentes y promover la diversidad musical?
R. – Los festivales hacen su negocio, como todo el mundo. El problema es que muchos no son rentables y están muy subvencionados. Desde los ayuntamientos se fomenta más el turismo y consumo que el arte y cultura. Por cada nuevo festival cierran tres salas. Hay que exigir a los gobernantes que respeten la actividad de las salas. Con un circuito de salas que funcione de forma independiente hay un tejido de cultura de base. Todo esto se puede celebrar luego en festivales que es para lo que son… para festejar. Son cosas compatibles pero no intercambiables.
P. – El rock ha sido un género dominante durante décadas. ¿Cómo veis su evolución en el contexto musical actual?
R. – El rock es música urbana y mestiza, no sigue normas establecidas y es muy difícil de definir. Por eso
sigue reinventándose y sigue en plena forma. Incluso en formato streaming los géneros más escuchados actualmente son “country” y “rock” muy por encima de las mal llamadas “músicas urbanas”. Y en formatos físicos ya ni te cuento, la diferencia es abismal… los vinilos de Idles o Amyl & the Sniffers se agotan en horas mientras que nadie compra discos de concursantes televisivos, trap o reggaeton… de hecho casi ni fabrican porque no se va a vender. Los festivales más rentables son de rock o metal con diferencia. Y los que siguen llenando estadios son artistas de rock y metal. El público de estos estilos es muy fiel, no está de paso ni a merced de las modas y tendencias.
Todo ese cuento de que el rock ya no está de moda se lleva diciendo desde 1959. Los del marketing, como siempre, están perdidísimos.
P. – Si pudierais componer una banda sonora para una película, ¿qué película elegirías?
R. – Cualquier cosa que hagan Tarantino, los hermanos Coen o Alex de la Iglesia.
P. – Para finalizar ¿dónde podemos encontrar la salvación?
R. – En nuestro nuevo disco, que no sólo está en streaming sino también en un precioso formato de vinilo a través de Subterfuge Records.