por ¿Qué puede ocurrir cuando pides a un artista, al que no le gustan los bises, que vuelva a interpretar el tema con el que abrió el concierto? Posiblemente, en el mejor de los casos, que te ignore y continúe su marcha del escenario. Pero ¿qué pierdes por hacerlo? Se lo podríamos preguntar a Barbara, quien el pasado sábado pidió a Dan Millson que volviese a compartir con nosotros ‘Hello’.
Dubitativo Dan propuso un juego ¿Sería capaz ella de interpretarla a dúo con él? Las cartas estaban repartidas, terminaba el concierto, comenzaba un momento que los presentes recordarán: Dan Millson desenchufaba su guitarra y se colocaba frente a Barbara en mitad de Sala Karma, de nuevo, pero de manera irrepetible, sonaba ‘Hello’.
No es ningún secreto que en Hipsterian Circus somos fans de Dan Millson, quien el pasado año publicaba “Half Way There”, un trabajo que colocaba a este benidormí de diversas ascendencias en uno de los artistas emergentes más interesantes del panorama musical estatal. Un rara-avis que transita por los mundos de Wilco, Nathaniel Rateliff o Chuck Ragan con la intención de demostrar que en este país de playas, sevillanas o paellas se puede hacer música.
Como en un círculo perfecto ‘Hello’ abría y cerraba un concierto en el que Dan Millson no solo presentó su primer LP sino que revisó sus anteriores trabajos como “Home” o “Little Box of Treasures”, conformando un setlist que rezuma nostalgia, ecos del pasado y buenas guitarras. Un concierto que se mueve desde el blues de ‘Overrated’, el country de ‘Wanted Man’ hasta la ira (levemente) contenida de ‘Ugly’.
Hace unas semanas comentábamos, mientras en la televisión sonaba en concierto de Parcels en La Cigale de París, que los conciertos tienen que ser como una montaña rusa que nos eleve y nos deje caer de manera controlada. Así, Dan no lanza con temas como ‘Devil’ para dejarnos caer con ‘Queen Without a Crown’ y terminar en éxtasis de asfixiofilia gracias a ‘Choke’.
Dan Millson no es un artista emergente, es un artista poco conocido. Un intérprete capaz de jugar con matices, texturas y sonidos, un músico que nos invita a un viaje por el desierto, por el infierno o por cualquier taberna irlandesa de las cientos que rodean el mundo. Dan Millson no “será”, Dan Millson “es”, ahora solo falta que lo descubras.
