enero 19, 2025

Una noche de encantadoras mentiras (White Lies + Charming Liars)

El pasado mes de febrero se ponía en marcha el Ciclo Xacobeo Importa con el directo de Joan As Police Woman en el lucense centro cultural O Vello Cárcere. Tras la presencia de la estadounidense tocó el turno a sus paisanos Eagles of Death Metal, quienes llenaban la compostelana Sala Capitol con semanas de antelación. La tercera cita llegaba protagonizada por los británico White Lies y esta vez no pudimos resistirnos.

Tras casi tres años desde su última visita White Lies regresaban para presentarnos “As I Try Not to Fall Apart”, un trabajo que veía la luz este mismo año y que ha cosechado un gran éxito de crítica.

Al entrar en la sala nos sorprendió la poca presencia de público, es justo decir también que poco a poco la misma se fue llenando para recibir a White Lies pero ¿sabéis? Se perdieron el buen concierto de Charming Liars, quienes actúan de teloneros a lo largo de esta gira.

Los londinenses lo tienen claro: tienen media hora, siete canciones, no los conocemos pero ellos conseguirán que los recordemos. Desde ‘The Haunting’ hasta ‘Pieces’ el ímpetu de la banda no ceja en su empeño: nos quieren conquistar ¡y lo consiguen! La presencia de Kiliyan Maguire es magnética, lo sabe, lo disfruta y lo hace valer. Media hora que nos sabe a poco y que hubiéramos alargado gratamente.

A las 22.00 horas se atenuaba la luz mientras comenzaba a sumar la intro de “As I Try Not to Fall Apart”, el trío asomaba sobre el escenario (acompañado como es habitual por Tommy Bowen, quien se ocupa de las teclas en los directos de la banda) y sin mediar palabra arrancaba ‘Farewell to the Fairground’, White Lies sigue mirando con pasión aquel “To Lose My Life…” de 2009 con el que la banda se presentaba.

Está claro que el nuevo material de la banda encaja como un guante entre temas más clásicos de la banda pero también es indiscutible que con la llegada de ‘To Lose My Life’ el ambiente y la energía cambian. Nos encontramos a un amigo al que llevamos tiempo sin ver y que abrazamos con la intención de estirar el momento al máximo, McVeigh lo sabe, la sonrisa de niño pícaro le delata.

Poco a poco el concierto se convierte en una comunión de luces y sonido y por un momento nos hace dudar si estamos ante White Lies o quizás en un primerizo concierto de Coldplay… es cierto que “As I Try Not to Fall Apart” pero la banda no termina de morder aunque nos traslade a marte antes de abandonar el escenario.

La vuelta llega de la mano de ‘Death’ pero un fallo hace que no el sintetizador de Charles Cave no suene lo que desata un sonoro “fuck”. Y sí amigos, ahí descubrimos que no estábamos ante un disco, que esos precisos músicos son personas que tienen sentimientos (y mala leche), ahí la frialdad demostrada por la banda se resquebrajó y la dinámica del concierto cambió. Se convirtieron en humanos y mostraron que puedes tocar de puta madre y ser una persona que comete errores.

Quizás más de dos meses de gira, defendiendo cada noche el mismo show, comienza a generar un poco de desidia. No, no ha sido un mal concierto ¡todo lo contrario! pero si es cierto que a la banda le ha costado mucho conectar con el público (y eso que nos hemos conformado con más bien poco). Quizás el mismo speech final de Harry McVeigh repartido a lo largo del concierto hubiese hecho que además de destacar su buenas interpretaciones abandonásemos Capitol con gusto diferente, hablando más de White Lies que de Charming Liars, los claros triunfadores de la noche. 

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