enero 25, 2025

Morgan o el triunfo de las cosas bien hechas

Cuando bajaba las escaleras del Teatro Afundación comentaba que Morgan se encuentran en estado de gracia, reposando esa idea creo que no estaba en lo cierto. La primera vez que me coloqué frente a ellos eran los albores del verano de 2017 en una sala mucho, mucho más pequeña, una sala que abandonaba con la sensación de haber asistido a algo más que un concierto. En aquel momento (he revisado la crónica) mi sensación es que había estado ante el nacimiento de una banda que tendría un recorrido inmenso e imparable, cinco años y tres discos después, Morgan siguen sin alcanzar su techo dejando claro que ese momento dulce es mucho más que un momento. Es talento, saber hacer, esfuerzo e ilusión.

En una época sombría y de miedo, donde asistir a un concierto en un teatro es casi un acto de rebeldía y coraje, Morgan colgaban el cartel de no hay entradas el pasado viernes en Vigo. Con renovada formación tras la salida de Alejandro Ovejero, al que se sigue presentando como parte de la banda, llegaban para presentar su último trabajo “The River and the Stone”, que al igual que el concierto, se abre con ‘Hopeless Player’ y continúa con ‘River’, dos temas que en directo ganan enteros frente a su versión en estudio.

Con solo tres trabajos en el mercado Morgan ha conseguido que alguno de sus temas ya se hayan convertido en himnos para sus seguidores. Es inevitable revisar “North” y “Air”, rescatar ‘Blue Eyes’, ‘Home’ o ‘Volver’ que terminan entre aplausos e incluso algún tímido grito que no hace más que sonrojar a la siempre nerviosa Nina. Entre anécdotas, sonrisas y coros transcurre un concierto que deja a todos satisfechos, un concierto (o por lo menos una primera parte) en la que la banda muestra sus buenas maneras al estirar ‘A Kind of Love‘ como si un estándar de los sesenta se tratase para presentar a una banda que vale su peso en oro; músicos de oficio que han encontrado su espacio para sin llamar la atención tejer una actuación sin fisuras (o si las hay hemos preferido mirar un segundo hacia otro lado) que hizo disfrutar a los allí presentes.

Llega ese momento en el que el vacío sobre el escenario se junta con la certeza que aún quedan temas por sonar. Sí, esos temas que tanto han conectado con el público desde el primer instante. Sí, esos temas que buena parte del teatro se muere por corear bajo su mascarilla. Y ahí es donde Morgan arrolla. Como una apisonadora a pleno rendimiento la banda dispara ‘Alone’. ‘Sargento de hierro’ y ‘Another Road (Getting Better)’, para terminar desenchufados, ante un silencio sepulcral dejando atrás el más que destacable trabajo de luces del concierto para sumergirse en la oscuridad en la que solo brilla la voz de Nina y la guitarra de Paco mientras ‘Marry Me’ se escurre por el filo del escenario para poner fin a una noche que muchos de los allí presentes no olvidarán.

La primera vez que Morgan visitaba Vigo, en junio de 2017, Radar Estudios se antojaba una sala compleja de llenar, ahora el Teatro Afundación se queda pequeño para la banda. Cuestión de tamaños pero no de sensaciones y es que aquella primera vez caímos rendidos ante ellos, ahora casi un lustro más tarde seguimos haciéndolo. Morgan han crecido en cuanto a cantidad porque de calidad ya atesoraban.

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