octubre 12, 2024

Los Mundos de First Breath After Coma

El pasado sábado una ola asolaba Vigo, no, no se trataba de una ciclogénesis explosiva sino de hordas de personas que se acercaban a la, en ocasiones sala, en ocasiones discoteca, Rouge para presenciar el desembarco de una de las bandas de moda del panorama independiente estatal: Carolina Durante. Así que no lo dudamos un segundo, cogimos nuestro maltrecho coche (algún moderno lo tacharía de retro) y decidimos cruzar la frontera y así disfrutar del concierto de, posiblemente, la mejor banda portuguesa de la actualidad: First Breath After Coma.

Es posible que el nombre de First Breath After Coma os diga poco si bien no es la primera vez que os hablamos de ella en la web. Formados en la localidad de Leiria allá por 2012 y con tan solo tres álbumes editados que los han colocado como a una de las bandas portuguesas más interesantes de la actualidad, ya no solo en el sentido musical sino en su manera de expresarlo y comunicarlo. Una puesta en escena bañada por luces, cambios de ambiente, vocoders y texturas sonoras capaces de trasladarnos a otros mundos.

Nunca dejará de sorprendernos llegar a teatros como el Diogo Bernardes, inaugurado en 1896, y colocarnos ante su programación encontrando desde obras clásicas de teatro a conciertos de post-rock o shoegaze. Es por ello que entendemos que de manera compulsiva cuelguen el cartel de ‘no hay billetes’ y que tanto platea como los pisos superiores estén nutridos por personas de todas las edades, desde las instituciones públicas se fomenta la cultura más allá de modas, estilos o incluso rendimientos económicos empresariales.

Humos, silencio, oscuridad y de repente la magia. Cinco jóvenes con ganas de comerse el mundo sobre el escenario, cinco músicos seguros de su propuesta que derrochan talento y timidez a partes iguales escondidos tras una cortina de humo y un set de luces que aceleran nuestra respiración aunque nos encontramos sentados en una de las butacas. Abría la noche ‘The Upsetters‘ pero el plato principal era «Nu«, último trabajo de la banda que demuestra cómo o la madurez ha llegado a ellos en este tercer trabajo.

Puede parecer mentira, pero el silencio, fruto del respeto que se guardan entre temas resulta ensordecedor e impensable a este lado de la frontera. Así de la mano de la banda recorrimos los pasajes más íntimos de su geografía para terminar sumergiéndonos en el mar del shoegaze al que tan bien nos han acostumbrado a lo largo de estos tres álbumes.

A tan solo 40 minutos de casa encontramos miles de paisajes, los recorrimos con una sonrisa en la boca y salimos del Teatro Diogo Bernardes sintiéndonos mejores seres humanos y es que a veces, remar en sentido diferente al de la marea tiene premio.

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