Termina la cuarta edición del festival Mad Cool de Madrid y lo hace por todo lo alto en su última jornada donde brillaron Robyn, Gossip y, por supuesto, The Cure. Pese a la amenaza de tormenta, el cielo respetó este último día de conciertos y le dio a los presentes la oportunidad de disfrutar de algunos de los mejores directos de este 2019.
Llegamos al Espacio Mad Cool con el tiempo justo de terminar el concierto de Cat Power. La artista, conocida por sus grandes directos, presentó su último disco, «Wanderer» con el que ha conseguido multitud de críticas positivas. Sinceramente, teníamos reticencias sobre si un estilo tan pausado como el suyo tendría cabida en un horario como en el que se presentaba, pero el público respondió muy bien y se entregó por completo a la intérprete. Beth Ditto, la siguiente en actuar, lamentó perderse su actuación por tener que peinarse.
Tras ella, era el turno de Gossip. Beth Ditto y los suyos saltaron al escenario para empezar con ‘Pop goes the world’. Desde un primer momento pudimos ver que Beth no se sentía muy cómoda sobre el escenario (terminó quitándose la peluca en medio de la actuación). Entre bromas en las que afirmó que ellos eran The Cure o alguna que otra queja sobre el calor, dejó ver también problemas en su garganta. «Parezco un chico adolescente» llegó a decir. Pese a ello, intentó dar lo mejor de sí misma, sobre todo en los grandes temas de la banda ‘Standing in the way of control‘ y ‘Heavy cross‘. Eso sí, tuvieron que terminar antes de lo previsto, algo que el público entendió sin problemas.
Con las nubes amenazando tormenta sobre el horizonte, sobre las 21:40 h. subieron al escenario Madrid Te Abraza los estadounidenses Prophets of Rage. Con sus canciones cargadas de protesta hicieron saltar al público del Mad Cool. Entre sus temas más destacados, versiones de Public Enemy o Rage Against the Machine. También hubo tiempo para temas nuevos como ‘Unfuck the world‘.
Tras ver a «los profetas», era el turno de dirigirnos al escenario Mad Cool, donde tendría lugar el que posiblemente sea uno de los mejores conciertos de esta edición, pero también de todas las ediciones del festival: The Cure. Los inmensos y fascinantes The Cure. Una de las bandas que coronan el Olimpo de los dioses del rock alternativo. Los británicos comenzaron al ritmo de ‘Plainsong‘, para continuar con ‘Pictures of you‘. Los pelillos como escarpias ya y sólo era la segunda canción.
Puede que esto sea una opinión completamente personal y seguramente habrá quien no la comparta, pero las mejores canciones de amor de la historia de la música son de The Cure. Eso es así. Verlas ayer en directo fue de esas cosas que se quedan grabadas en la mente por los siglos de los siglos.
Los británicos hicieron un repaso por las grandes canciones de su trayectoria musical, dejando para el final temas tan míticos como ‘Friday I’m in love‘, ‘Why can’t I be you?‘ o ‘Boys don’t cry‘ con la que el público lo dio absolutamente todo. Dos horas intensas de concierto que no tuvieron problema en alargar un poco más allá. Aún así, puede que a más de uno se le hiciesen cortas.
Tras ver a The Cure, era el momento de Robyn. Nosotros, particularmente, nos moríamos de ganas de verla sobre el escenario. Tras sus ocho año de silencio y haber superado una más que difícil situación personal, la artista sueca sigue siendo un terremoto imparable sobre el escenario. Estamos seguros de que cantar después de Robert Smith y los suyos no debe ser fácil (se notó mucho en la asistencia de público quiénes eran los cabeza de cartel), pero eso para Robyn no fue ningún problema, dio lo mejor de sí misma y demostró que la legión de seguidores que tiene es plenamente justificada.
Demostrando unas dotes de baile sobresalientes y con la sensualidad que la caracteriza, repasó temas de sus último álbum «Honey». Suyo fue, sin duda, el momento más especial de la noche, cuando comenzó a cantar ‘Dancing on my own‘ y dejó el estribillo completo para el público. Sabemos que es algo que suele hacer en los conciertos, lo vimos en el Primavera Sound, pero vivirlo en directo es otro nivel.
Por último, les tocó cerrar el festival a Years & Years. Los británicos son una máquina imparable en las pistas de baile de toda Europa. Pese a su juventud, saben perfectamente cuál es la fórmula del éxito y con ella han conseguido llegar a lo más alto. Un espectáculo de luces y sonido electrónico con el que los valientes que quedaban en el Espacio Mad Cool bailaron hasta dejarse el alma. Mad Cool 2019 terminó por todo lo alto al ritmo de ‘King‘ y, sinceramente, nos parece el broche de oro perfecto para una edición de 10.
Este ha sido nuestro Mad Cool musicalmente hablando. En los próximos días te contaremos qué nos ha parecido esta cita musical en otros aspectos no tan puramente musicales, eso sí, necesitamos un par de días de descanso y mucho gel frío en las piernas, aunque es innegable que nos morimos de ganas de que llegue el Mad Cool 2020.